Era el primer curso.
Curso diferente el que ella llevaría en su vida.
Vida que empezó a llevar con su primera inspiración.
Inspiraciones las que ella debería tomar para tranquilizarse.
Tranquilizar a personas que le dañaron.
Dañaron su físico.
Físico que nunca agradó.
Agradecida tuvo que estar de seguir con vida.
Seguir viva a pesar de las condiciones que ella se pondría.
Se pondría a llorar todas las noches.
Noches en vela que nunca quiso.
Lo que sí quiso fue a su familia.
Familia sagrada.
Sagrada igual que los comentarios de los compañeros.
Compañeros que conocería este año.
Este año y muchos más adelante.
Más adelante cosas que nunca quiso hacer.
Nunca se quiso dañar.
Daños recibidos que no merecía.
Merecía que le quisieran.
Le quisieran como ella quiso a personas.
Personas que lo único que hicieron fue fallarle.
Fallarle hasta en los momentos más duros.
Duro sería su primer año escolar sin su peluche favorito en clase.