UN GOLPE DURO AL CORAZÓN

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........................... Henry Pov ......................................

Ryan y yo nos encontrábamos en nuestra casa, observe de soslayo el perfil de su rostro y sonrei ante la vista magnífica que era mi marido cortando algunos trozos de pan para la cena.

-- me harás sonrojar si sigues mirándome así -- la voz de Ryan tenía un matiz divertido pero amoroso.

-- no te estoy viendo a ti -- dije en tono juguetón -- ese pan se ve delicioso.

El sonrió y antes de verlo venir acorraló mi cuerpo contra la isla de la cocina, ambos brazos a cada lado de mi cuerpo y su rostro a escasos centímetros del mio, sonrió de una forma casi felina antes de atacar mis labios con hambre y necesidad, no dude en besarlo de la misma forma, en una caricia excitante, desde fuera tan vez luciría como un poco (bastante) agresivo, violento e incluso un poco doloroso, pero ninguno de los dos lo sentía así, se sentía perfecto, con él cada beso era perfecto.

-- tienes mucha hambre? -- preguntó con tono ronco una vez que nos separamos.

-- depende -- el sonrió y volvió a besarme, la cena podía esperar, después de todo quien desperdiciaría la oportunidad de disfrutar de las promesas sensuales que brillaban en los ojos de este hombre?, nadie en su sano juicio, observarlo completamente desnudo, restregado al momento, con sus ojos brillando con deseo y su lengua delineando figuras inexistentes en mi abdomen, ese debía ser una imagen prohibida para los mortales, algo que definitivamente estaba diseñado para ser sólo visto por dioses, o algo así, mis pensamientos dejaron de tener sentido cuando nos volvimos uno, ahí sobre la mesa de la cocina.

Una carcajada abandonó mis labios después de un rato de silencio, rompiendo la típica paz post coito, Ryan me observó intrigado pero con una sonrisa naciente en sus labios.

-- de que te ríes?

-- sólo imagine lo que diría Andrew si se entera que hemos hecho en este lugar -- otra carcajada abandonó mi boca cuando recordé la vez que nos había encontrado en la cocina de mis padres, sobre la mesa justo como en este instante y la forma en la que juró no entrar a mi cocina hasta que cambiará la mesa, lástima que está vez se trataba de la isla de la cocina, misma que estaba fija al suelo, la risa de Ryan acompañó la mía.

Una segunda ronda después Henry y yo nos encontrábamos cenando, aún desnudos y compartiendo sonrisas cómplices cada que nuestra mirada se encontraba.

-- tengamos un bebé -- esas palabras me tomaron por sorpresa, observe a Ryan y sabia que a pesar de su postura "relajada" que intentaba trasmitirme estaba nervioso, sus ojos y la forma con la que jugó con la comida en su plato lo delataron, yo sentí que la capacidad de hablar me había abandonado.

-- un bebé? -- pregunte estúpidamente cuando me vi capaz de hablar de nuevo, el asintió con cautela, midiendo cada reacción de mi parte, lo observe un segundo y después sopese la idea, era verdad que aún éramos un poco jóvenes, nos habíamos casado hace poco tiempo, pero también era cierto que yo amaba incondicionalmente a este hombre, no había lugar a dudas de que mi lugar siempre estaría donde él estuviera, un bebé, alguien a quien llamar hijo, de quien cuidar y que llenaría la casa de alegría y nuevas experiencias, alguien fruto del amor que Ryan y yo nos teníamos, pues si bien no sería biológicamente nuestro, aún así lo amaríamos tanto o más de lo que una pareja heterosexual ama a su hijo, los minutos seguían pasando mientras yo imaginaba un futuro, uno maravilloso que estaba casi al alcance de mis manos, tanto que casi podía sentir el calor que desprendería el pequeño cuerpecito de nuestro hijo, esa palabra me causó un estremecimiento y mi pecho se lleno de esperanza y anhelo, sonrei y observe a Ryan, el cual sonrió de vuelta con una mueca de alivio remplazando en su rostro la mueca de nerviosismo que había causado mi silencio -- tengamos un bebé.

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