Escuchadme, por favor.

Frases.

"No enseñes"
"Eres una zorra"
"Vas provocando"
"Hazte respetar"
"Vas pidiendo guerra"
"Eres una guarra"
"Los tíos no te quieren si estás usada"
"Puta"
"Lo vas pidiendo a gritos"

Y un largo etcétera, un largo etcétera de todas esas frases que estamos hartas de escuchar. Un largo etcétera de todas esas frases que tú has utilizado contra una ex, una enemiga, una compañera... Un largo etcétera de todas esas frases que forman parte de nuestra realidad, que ya no nos escandalizan, que están interiorizadas en todos nosotros. Un largo etcétera de todas esas frases que sólo sirven para menospreciar, degradar y excusar el abuso a mujeres. Un largo etcétera de esas frases que tienen como objetivo descalificarnos, controlarnos, reducirnos. Un largo etcétera de esas frases que tienen como objetivo privarnos de nuestra libertad. Libertad de expresión. Libertad de vestirnos cómo nos apetezca. Libertad de enseñar o no enseñar nuestro cuerpo. Libertad de disfrutar o no de nuestra vida sexual, cómo, con quién, cuándo y dónde nos dé la real gana. Libertad, en general. Un largo etcétera de esas frases hechas para eliminar nuestro libre albedrío, nuestra independencia.

Un largo etcétera de frases que yo nunca dejaré que me condicionen.