Elección (Draco Malfoy)

CAPÍTULO 10

LA HORA DE LA VERDAD

Las mañanas empezaron a ser frías a principios de Octubre; para Noviembre, una ligera capa de hielo cubría cada mañana.

Hasta ahora todo había sido fácil para Vanya, las materias que cursaba no eran tan pesadas, puesto que su hermano mayor y sus padres se habían encargado de enseñarle todo lo posible.

Una semana después de la ceremonia de selección por fin pudo hablar con su hermano, que no estaba nada contento por lo que había sucedido en la ceremonia. Estaba enfadado y dejó hablando a Vanya en el corredor. Por unos segundos, claro, después regresó con ella y la abrazo demostrándole su apoyo.

La cosa era muy contraria con Draco y Theodore, Vanya llegó a pensar que sólo estarían enfadados por unos cuantos días pero no fue así.

Cuando llegaron las vacaciones de Navidad, la mayoría del alumnado salía del colegio para pasar las fiestas en casa.

Vanya, no era la excepción; se despidió de Neville, Harry, Ron y Hermione, de esas personas que ella jamás quería perder en la vida, ellos en los últimos días se habían convertido en personas especiales y únicas.

Abordó el expreso de Hogwarts junto con Hermione y Neville. Al bajar del tren sus padres ya la esperaban así que se unió a ellos y se despidió de sus amigos nuevamente.

-Ya todo está listo para el viaje a Francia, el jefe de la casa donde está Astoria los recogerá el martes por la mañana -Dijo su madre cuando se subieron al auto que los llevaría cerca de casa.
Evidentemente no sabía lo que había pasado. Ni siquiera sabía que ella no había quedado en Slytherin, si no en Gryffindor. Vanya nunca se dio el tiempo de contárselo a sus padres por el miedo, evidentemente y no sabía cómo reaccionar en ese momento.

-¿Dónde está Benjamen? -preguntó cambiando totalmente la conversación-

-Nos alcanzará en casa, ha querido ir a alguna parte con sus amigos, pero bueno, te repito, ya está todo listo para el gran viaje- Dijo su padre.

La chica no dijo nada, la mente la tenía revuelta y no sabía cómo empezar a ordenar todas esas cosas que estaban empezando a causarle un dolor de cabeza.

-Por cierto -continuó su madre- estamos pensando en... Bueno, te lo diremos a ti por que queremos que escuches todo lo que se les ha ocurrido a tus geniales padres; cuando lleguen a Francia, los esperará un desayuno al estilo Slytherin, algo que los haga sentir en casa, también habrá muchas anécdotas sobre la casa, y algunos tips para que de vez en cuando se diviertan.

-Esperamos que en este viaje se diviertan mucho y se olviden un poco de los deberes. Por cierto, ¿Ahora cuál es la contraseña de Slytherin?, cuando nosotros estábamos ponían unas demasiado difíciles, por qué no querían que nadie entrara a la sala común, pero...

-Papá -Vanya interrumpió a su padre- Mama, yo... Tengo que decirles algo -inhaló profundamente y prosiguió- No sé cómo lo tomen ustedes, pero... No quedé en Slytherin, mi casa es Gryffindor.
Sus palabras quedaron en el aire y parecieran no desvanecerse nunca.

-¿Qué quedaste en Gryffindor? -preguntó atónito su padre- ¿En Gryffindor, Vanya?

-Si papá, en Gryffindor; Ese viaje no es para mí por qué no soy una Slytherin... Y casi lo olvidaba, Draco no me dirige la palabra al igual que Theodore, son unos idiotas. Así que no tiene caso que asista.
¿Saben algo? Tenía mucho medio de cómo decirles esto a ustedes, por eso nunca lo dije por medio de cartas cuando estaba en el colegio pero ahora que recuerdo todo lo que "perdí" a causa de mi estadía en Gryffindor me da más valentía y siento que podría decirle a cada persona que estoy en Gryffindor y estoy orgullosa de mi.