Mi Demonio.

~Capitulo 2~

-¡Vanessa!, ¡Vanessa, ven rápido joder!- Fue lo primero que escuche al levantarme, así que por instinto corrí lo más rápido que pude al lugar de donde provenía el grito.
-¿Qué te pasa David?, ¡Deja de gritar, vas a despertar a mi madre, idiota!... ¿Qué es eso?- Fue lo primero que se me ocurrió decir al llegar a la cocina y ver a mi hermano con una hoja de papel en la mano, más pálido de lo que regularmente es.
-Papá... él... El nos dejo - Apenas pudo decir con un hilo de voz y tratando de contener las lágrimas.
-¿Qué, pero de que diablos hablas?- Las palabras salían dudosas de mi boca. - Déjame ver eso- Le arrebate la pequeña hoja de papel que mantenía entre sus manos y empecé analizarla, tenia una caligrafía desgastada, eso hacia notar que la nota fue hecha desde hace ya un tiempo atrás, se notaba la descuidada y cursiva letra de mi padre, la mire unos segundos más, necesitaba tomar más valor para leer lo que estaba escrita en ella, le di un vistazo a mi hermano, que estaba recargado en una silla, mirando a la nada, entonces comencé a leer:

"No se como comenzar esto, las despedidas nunca son fáciles, así que solo lo diré, ¡Estoy arto de todo!, estoy arto de siempre hacer la misma rutina, de que tu quieras salir conmigo siempre que llego a la casa y no entiendas que estoy cansado, estoy arto de tener que discutir contigo todas las noches y de tener que lamentar todos los días el maldito día en que decidí vivir contigo, cada día envejezco más, y tu igual, entiende que ya no somos los mismo jóvenes a los que el amor del uno por el otro nos tenia locos, ya no...
He conocido a alguien, no es muy bonita, pero me entiende, y me va a ayudar a salir de toda esta mierda de la que estoy hundido hasta el fondo contigo.
Ya no te quiero, desde hace meses me he querido ir, pero no había tomado el valor, hasta que la conocí a ella  y me ayudo.
No tires nada, después vendré a buscar mis cosas, y quiero que entiendas que esto, lo ocasionaste tu, con tu maldita forma de ser, es un gran alivio ya no estar en esta casa, adiós Therisa"

No sabia como reaccionar, esto estaba dirigido a mi madre, no puedo creer que se haya ido, no comprendo, ¿Por qué jamás hablo de esto con nosotros?, ni siquiera nos menciono en la carta, todo va dirigido a destruir a mi madre... ¿Por qué?.
Escuche un par de pasos bajando por la escalera "¡Rayos, mi madre!", Ella no es una persona muy estable, esto la destrozara, es mejor no decirle nada por el momento...
-¡Mis niños, Buenos días cariño!, no pensé que estuvieran levantados tan temprano - Nos dirigió una amable sonrisa, y se acercó a darnos un beso, - Pero David, ¿Qué tienes?, ¡estas muy pálido!- Mi hermano no se había movido ni un centímetro de donde estaba recargado.
-Me dejo, se fue - Fueron las únicas palabras que pronuncio él, aún mirando a la nada.
-¿Qué, de que hablas hijo?, ¿Quién te dejo? - Mi madre tenía ahora una cara de preocupación, se podía notar ciertas gestos de miedo en ella.

-Mamá... Es, es mejor que hablemos- "Mierda, ahora que le digo" - Veras mamá... Mi papá... Él, pues, él... - No pude continuar cuando mi hermano grito.
-¡EL MUY BASTARDO SE LARGO!, ¡SE FUE CON UNA HIJA DE PUTA QUE LO ENREDO! - Acabando de hablar, el se soltó a llorar sobre la mesa. "no puedo creer que haya dicho eso, ¡idiota!".
Mi madre quedo en shock por un momento, yo le acerque una silla para que no fuera a caer, de pronto se levando muy exaltada y con lágrimas en los ojos subió rápido las escaleras y se encerró en su cuarto.