Revivir

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Clarke cogió su mano y tirando de ella comenzó a caminar hasta el dormitorio. Una vez dentro cerró la puerta sin apenas separarse de ella y se giró de nuevo quedando frente a frente. Lexa colocaba las manos en su cintura mientras era obligada a caminar hacia atrás.

-De verdad he pensado que hoy te perdía –decía a la detective mientras llevaba las manos hasta el botón de su pantalón.

-Sentí pánico al ver cómo te retenía. No podía pensar en otra cosa que no fuese que no había luchado por nosotras...-la miraba sin moverse- Te quiero en mi vida.

Genial, porque yo también te quiero en la mía –la miraba fijamente mientras con las manos en el borde del pantalón los movía para que cayesen al suelo.

Una vez en silencio Clarke se agachaba para quitarle el pantalón por completo. Desde aquella misma posición elevó su rostro viendo como la detective la observaba y cogió los extremos de su braguita para bajarla también acompañando el gesto por una caricia en el descenso

-Y ahora quiero sentirnos vivas- La detective sintió un escalofrió al escucharla mientras la veía volver a ponerse de pie frente a ella. La fiscal la obligó a subir los brazos para después, bastante despacio para el gusto de Lexa, quitarle la camiseta dejándola entonces completamente desnuda.

-Échate- Salió casi como una orden.

-¿Y a mí no me dejas? –preguntó acercándose a ella.

-No –Negó en silencio mientras daba un paso atrás- Échate – repitió.

Mientras la detective llegaba hasta la cama y se recostaba sin dejar de observarla, Clarke dio dos pasos más atrás con los ojos fijos en ella a la vez que tiraba del hilo de su pantalón. Comenzó a bajarlos los justo para que finalmente cayesen por su propio peso y los alejó de ella con el pie. Cogió los extremos de su camiseta y elevándola despacio fue dejando su torso desnudo.

Sin prisa y habiéndose desprendido de la ultima prenda, llegó hasta el borde de la cama, subió ambas rodillas para ir acercándose despacio hasta Lexa que con la espalda apoyada en el cabecero la miraba en todo momento.

Haciendo que la detective no cambiase su posición fue acercándose a su rostro. Lexa intentaba mantener la calma, o al menos parecer calmada, pero su cuerpo ardía en deseo.

La detective llevó una de sus manos hasta su pelo, acariciándolo sin prisa, suspirando al sentir los labios de Clarke besar su pecho, teniendo que cerrar los ojos al sentir como su lengua ya jugaba con su pezón.

Clarke volvió a marcar dirección a su cuello. Su lengua quiso marcar también aquella piel arrancando así los primeros gemidos de Lexa mientras sentía como las manos de ésta se aferraban a sus caderas.

-Clarke... -Buscaba el rostro de la fiscal, se moría por atapar sus labios. Clarke sonrió y giró su rostro lo justo para que sus labios se alcanzasen.

Tras unos minutos en los que la respiración llegaba a su estado más inquieto, Clarke se separó respirando agitadamente, mirando sus ojos, sus labios, volvió a besarla con desesperación.

No se soltaban, aquello era lo que querían, aquello era lo que necesitaban, casi se habían perdido y ahora no podían soltarse. Gimiendo en la boca de la otra, arrancado de los labios ajenos el suspiro que llevaba el aire a sus pulmones.

La fiscal se separó ganándose la protesta de Lexa que de inmediato se incorporó buscándola. Clarke alargó el brazo posándolo en el hombre de la detective manteniendo la separación. Sin dejar de mirarla, Lexa podía distinguir a la perfección como su pecho subía y bajaba intensamente, se movió con rapidez acariciando los labios de la fiscal con su lengua. Lexa sintió como Clarke comenzaba a recostarla. La fiscal sonrió con malicia cuando se inclinó comenzando a besar uno de los pechos de la detective. Logrando en pocos segundos que éste respondiese a sus estimulaciones y el cuerpo de la detective se curvaba a la vez que escuchaba su nombre una y otra vez.

The BeginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora