Capitulo 4

2.6K 177 20
                                    

olvide decirles que las semanas anteriores me había ido de vacaciones y no tenía la señal suficiente de internet o datos para publicar :( sorry

Estaba dormido, el chico de ojos azules roncaba plácidamente en su cama con el pantalón de pijama de tridentes y sirenas puesta, pensando que su media hermana dormía al igual, giro a su derecha dándole la espalda a la cama de la castaña clara que ahora tenía el cuerpo más definido, sus músculos habían empezado a volver y formarse de una forma impresionante y rápida, seguramente debido a su nado nocturno, había oído que la luna le ofrecía más poder al océano y aguas, así como estaba relacionada en las mareas, no lo había creído hasta ahora, nadar a la luz de la luna había ayudado al aceleramiento de su sanar, sus ojeras moradas debajo de sus azules ojos habían desaparecido y sus piernas antes aguadas estaban fuertes y definidas, su cabello había recobrado brillo y ahora estaba sano, sus ojos sin embargo ( a pesar que su cuerpo volvía a la normalidad) seguían tristes, seguía sin sonreír, el adiós no le hacía bien, seguía luchando contra el insomnio que había llegado al no tener a Luke a su lado. Ella miro la espalda, cubierta por la camiseta de dormir azul claro, de su supuesto hermano, los músculos se estaban definiendo en su cuerpo y crecían cada vez más, bufó dándose la vuelta para ver la pared, saco de debajo de su almohada la camiseta de Luke, la abrazo suprimiendo las lágrimas en sus ojos que trataban de escapar, la camiseta olía a el, su olor seguía impregnado. Imagino a Luke a su lado, su cabello rubio despeinado y sus ojos gris tormenta mirándola como alguna vez lo había hecho, su sonrisa traviesa apareciendo en su rostro y su mano sosteniendo la suya con fuerza, cuanto lo extrañaba, sólo una lágrima salió por su ojo, y no permitió más, estaba harta de llorar, no ganaría nada con eso, tragó el nudo en su garganta, tenía que dormir o no tendría fuerza a la mañana siguiente, se obligo a contar ovejas, llego a cien y no funciono al igual que otras noches, tenía un mal presentimiento, sentía que algo malo le pasaba, algo en lo más profundo de su ser le decía que tenía que ayudarlo en ese momento, pero no podía, así que sólo respiro hondo, concentrandose en las olas tranquilas del lago que se oían al fondo y los recuerdos.

Corría por un pasillo estrecho largo y obscuro, los pies con converse negros sucios gastados se hundían en lo que parecía ser arena, las paredes de bloques grises viejos y con moho sólo eran alumbradas por antorchas metálicas que parecían tener siglos de antigüedad, parecía que el camino nunca acabaría, la desesperación era evidente en su cuerpo, las piernas le flaqueaban, su respiración estaba agitada a más no poder, su corazón latía a toda velocidad al igual que sus piernas corrían, sentía el sudor deslizarse por su frente, y la mugre en su cuerpo, su garganta seca. Escucho los murmullos y lamentos más adelante, estaba exhausta pero entonces como pudo acelero el paso, debía llegar, se tropezó con una roca en el suelo cayendo al piso de frente con un ruido seco, sintió la piel en sus rodillas desgarrarse y comenzar a sangrar, gruño y se quejó levantándose y apartado el cabello mugroso castaño de su cara, levanto la vista y se encontró con el primer bloque se celdas, corrió por cada una de ellas viendo en su interior, diferentes criaturas que no reconocía, hasta que se detuvo en una. En esta Derek yacía tirado en el piso de arena inconsciente, estaba demacrado y sangrando de unos raspones, la mugre lo cubría y el cabello estaba aplastado contra su frente, la escena era dolorosa, ver a ese chico pasar de un gran luchador con lanza a convertirse en.... ese tirado en el piso. Se le encogió el corazón, grito su nombre varias veces pero no respondió, le prometio que volvería por él y siguió corriendo, no sabía que buscaba pero lo encontraría, sus piernas ahora húmedas y ensangrentadas  temblaban haciendo que tropezara al registrar los siguientes tres bloques de celdas, la desesperación estaba consumiendo sus pensamientos y  dificultando su respiración, sus ojos amenazaban con llorar, otro bloque de celdas más, corrió revisando cada una hasta que lo encontró, sentado con las piernas encogidas y garabateando en la arena debajo de él en una esquina lejana, susurro su nombre, y el chico de ojos grises levanto su mirada viéndola a los ojos, Luke. Se acerco a la celda sonriendo, no lo podía creer, él la miro acercándose a pasos lentos y cautelosos, estaba sudando y tenía cortadas en sus brazos que se veían infectadas, su ropa estaba desgarrada en distintas secciones, su cabello rubio sin luz grasoso y aplastado, ahora frente a frente con sólo unas barras de metal para separarlos, y el la besó, la tomo de las mejillas y la beso como nunca antes, se fundían en uno sólo, sus labios se amoldaban y hacían la perfección, todo desapareció, sólo ellos después de tanto tiempo. Estaba en su hogar. Se separaron y ella se hundió en su cuerpo como pudo, sintiendo sus brazos fuertes y protectores rodearla. Como lo echaba de menos. No era ella misma sin él, la felicidad no estaba con ella si él no lo estaba. Algo húmedo sintió en su estómago,  se apartó unos centímetros, una daga aún clavada profundamente en su abdomen y empuñada por su amor, una gran mancha roja comenzaba a esparcirse a su alrededor, vio arriba mirando los ojos tormenta en una lucha, y la sonrisa traviesa y malvada que le había provocado escalofríos una vez. Y la habían hecho caer enamorada. Su nombre, Luke, fue lo único que logró decir antes de que este sacará su daga y la dejara caer al piso.

Volveré por ti ( Luke Castellan ) 2da tempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora