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Narra Luke:

Mi despertador sonó fuertemente en mi oído, me levante, voltee y Sophia seguía durmiendo, camine al baño y me lave la cara, hice mis necesidades y me metí a bañar.

Deje que el agua cayera en mi rostro, suspire, desde hace unos días estoy algo hostigado de mi vida, algo enfadado, creo que necesito algo de diversión de chicos, con mis amigos. Pero Sophia no me dejaría, no le gusta que tome ni nada de eso, y la comprendo por qué no se controlarme con el alcohol.

Me salí de bañar, me seque y me cambie.

-Buenos días – dijo adormilada Sophia, me acerque y le dé un corto beso.

-Ya me tengo que ir – dije tomando mi maletín

-Está bien, te amo – dijo sonriendo de lado, le devolví la sonrisa

-Yo también – dije saliendo de la habitación

-¡LUKE!-me llamo sophia- volví a entrar

-¿Qué pasa? – dije calmado

-¿Me puedes dejar 1000 euros? – dijo normal

-¿1000? – dije algo alarmado - ¿Por qué tanto?

-Iré a desayunar con mis amigas – dijo levantándose

-¿Y necesitas tanto? – dije levantando la ceja

-No, pero pasare a comprar cosas para la casa – dijo amarrándose el cabello, saque mi cartera y se los di. -¡Gracias! – dijo sonriendo y se metió al baño

Suspire y baje (...)

llegue al trabajo 

Entre y como siempre todos se callaron, y trabajaron con más prisa, pase hasta mi oficina, aventé mi maletín y me senté.

Revise algunos papeles que tenía que entregar a unos clientes importantes que me darían más millones de euros, unos clientes muy importantes.

Empecé a hojear los papeles más rápido al ver que estaban revueltos y mal hechos, los sellos no estaban donde debería ser, tiene faltas de ortografía y algunos están manchados con... ¿pintura de uñas? 

-¡Ashley! -grite enojado

Inmediatamente entro mi algo torpe secretaria.

-¿S...si? – dijo intimidada

-¿¡Que mierda hiciste!? ¡Me revolviste todos los datos! – dije enojado -¿¡Y qué es esto!? ¿¡PINTURA DE UÑAS!? ¡Esto es el colmo!

-L...lo siento – dijo bajando la mirada

-¿¡Como se te ocurre pintarte las uñas en el trabajo!? ¡Vienes aquí a trabajar no a pintarte las uñas! ¡Eres una inútil! 

-No fue mi intención – dijo con los ojos acuosos

-Sabes...no me enojare – dije suspirando – Estás despedida – dije frio

-¿D...desp...despedida? – dijo mirándome espantada

-Des-pe-di-da – dije frío – Toma tus cosas y Patrick te pagara los últimos días que trabajaste, ¡Patrick!– grite y el chico de gafas entro

-¿Si jefe? – dijo acomodándose las gafas

-Págale lo que trabajo este mes a Ashley y que firme su carta de renuncia – dije y Sebastian asintió, Ashley salió llorando y atrás Patrick– Espera – lo llame, el volteo – Consígueme una buena secretaria, con buenos estudios, responsable y que no sea tan inútil, por favor – dije y asintió rápidamente saliendo de ahí

Me senté en mi asiento suspirando frustrado, esto solo me pasa a mí.

Tocaron la puerta y se asomo ahí la sombra de mi gran amigo, Ashton. -¿Que te trae por aquí? – dije saludándolo

-Vine a verte... ¿estás muy ocupado? – pregunto 

-Algo – dije haciendo una mueca

-Bueno, hoy es viernes así que nos reuniremos con los chicos, ¿vas? – dijo sonriendo

-Quisiera pero Sophia... - me interrumpió

-¡Vamos! ¿Desde cuándo no sales? – dijo golpeándome ligeramente el hombro

-No lo sé, siempre estoy ocupado – dije suspirando

-Tan ocupado que ni sexo has de tener – dijo bromeando, lo mire mal

-Que te importa – dije a la defensiva

-¡Es la verdad! Vamos, dime la verdad, ¿desde cuándo no tienes sexo? – dijo cruzándose de brazos

-Desde la luna de miel – dije suspirando, Ashton casi se desmaya

-¿¡Qué!? – grito, pero le tape la boca

-Cállate – susurre

-¿Cómo quieres que me calle? Si llevas ya 2 años de casado y solo has tenido sexo en tu luna de miel, eres hombre, tienes necesidades, definitivamente irás con nosotros quieras o no – dijo serio

-No pue... – me interrumpió

-No te preguntaba – dijo serio – A las 8 vendré por ti – dijo y salió de la oficina

Suspire, Ashton tenía razón, llevo más de 1 año sin nada de sexo, y soy hombre, quiero algo de acción. Así que Sophia, hoy no te salvas.

La AmanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora