El puente del adiós

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Aquella noche ya no podía más, lo había decidido mi vida iba a terminar ahí y en ese preciso momento esta vez no iba ha echarme atrás, temía más a la vida que a la muerte así que cruce aquella barandilla que me separaba a mi y a la caída libre de unos 30m que me conduciría asta lo que tuviese que conducirme. Me parecía el sitio idóneo para llevar acabo esta acción, a miles de kilometros de casa en aquel paraíso italiano lleno de luces, un lugar mágico donde despedirse de lo que algunos llaman vida y otros llamábamos tortura. Me aferraba a la barandilla, tan solo con la punta de los dedos cuando alguien me cogió del hombro, no gire la mirada ni siquiera escuche lo que aquel joven me dijo en italiano, un idioma que porcierto, desconocía. Me solté pero aquel chico se abrazo a mi evitando así mi caída y poniendo así también su vida en peligro. Me asombro aquella acción así que recapacite, no quería llevarme a nadie por delante e intente mantener el equilibrio en el poco espacio en el que tenia situados mis pies, me gire i me cogí a los hombros de mi "salvador" quien me ayudo a volver a la seguridad del puente. Era un chico joven, alto y fuerte, con un bigote y una perilla atípicos a su edad, un tupé despeinado que le sentaba increíble, también de entre otras cosas lo que más llamo mi atención fue el tatuaje que pude distinguir detrás de su brazo derecho, siempre me habían atraído los hombres tatuados. Estaba tan sumergida en su análisis que no escuche sus palabras así que le conteste con un:
- lo siento, pero no hablo italiano
- este se tranquila, me se defender con el español.- me dijo con acento italiano- qué edad tiene ? Preciosa.- me dijo con un tono dulce.
Lo cual no me sentó demasiado bien, se había enternecido conmigo ? No quería dar le pena, se que parecía más joven por mi baja estatura, pero ya tenia 17 años y en mi corta edad había pasado por miles de cosas que me habían hecho madurar más temprano, por ello odiaba que la gente me tratase de dulce niña pequeña.
- tengo 17 años, estoy de viaje de fin de curso con mi instituto. Vengo de España.
- y como dejaron que te marchases ?- dijo preocupado
- la mayoría de mis compañeros ya tienen los 18 años de edad. Nos han dejado irnos a ver la ciudad de noche, digamos que no tengo muchos amigos y que ahora mismo nadie me hecha de menos.
Supongo que lo deje inpactado, no sabía lo que decirme así que se formo un silencio entre nosotros que me pareció eterno.
-supongo que no querrá que llame a nadie, quiere que la acompañe a algún sitio, lejos de puentes, claro.
No entendía por que me trataba de usted, asentí con la cabeza. Le indique la dirección de mi hotel, que tenia apuntada en un papel.
Me sorprendió que no llamase a la policía o al hospital, era una loca que intentaba saltar de un puente, la única conclusión que pude sacar fue que él también debía haberlo pasado mal.
- y tu, ¿qué edad tienes?- pregunte mientras dejábamos el puente atrás. Era extraño que yo, con lo tímida que era preguntase, pero de alguna manera aquel chico me transmitía seguridad.
- 21, por cierto, soy Ignazio.
- yo (__TN__).- continuamos andando en silencio, así que decidí volver a romperlo.- y,¿qué estudias?
- no estudio.- dijo sonrriente. Supuse que esa sonrisa quería decir que pese a ello la vida no le iba mal.- y tu,¿qué quieres estudiar?
- Quiero estudiar cinematografía, es decir cine, se que es una carrera un tanto rara pero jamás me canso de ver películas. Pero si no estudias, ¿a qué te dedicas?- la duda absorbía mi mente.
-A viajar- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. En pocos segundos lo comprendí, seguramente era un niño de papá, al cual le sobraba el dinero, se pasaba la vida viajando gracias al buen parne. Esto me sentó bastante mal y quise deshacerme de él rápido, odiaba con todas mis fuerzas mantener la conversación con una persona ajena a la que no tuviese interés de conocer más. Le dije que mi hotel estaba a la vuelta de la esquina y que ya no era necesario que me acompañase más, pero antes de irse, me dejó un papel con su número, por si necesitaba un amigo.

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