N/A: sólo para tener en cuenta, a Harry lo protegen mucho. No tiene contacto con gente a menos que sean sus padres, algunas personas en fiestas, y sus tutores.
"Harry," mi padre habló mientras yo entraba a la casa. Él posaba de pie firmemente en el vestíbulo.
Sabía que se molestaría.
"Hola Padre," incliné mi cabeza ligeramente hacia él, una muestra de respeto.
"Soy consciente de que te he dado cierta libertad luego de hablar a los huéspedes, pero eso no quería decir que podrías irte; especialmente a la luz de los eventos que siguieron a tu ausencia," se mantuvo firme y muy serio mientras habló, muy empresarial y profesional.
"¿Eventos?" Aclaré mi garganta, momentáneamente olvidando con quién hablaba, "Perdóname, Padre, pero no tengo una mínima idea de a lo que te refieres,"
"Un hombre borracho," espetó, molestia en sus ojos, "Tu madre casi sufre un ataque de pánico buscándote mientras el hombre destruía la fiesta."
Quería apartar su dura mirada de la mía, pero sabía que él estaría más molesto conmigo si actuaba rudo ahora mismo.
"Tu tutora de la mañana estará aquí dentro de veinte minutos, por favor utiliza ese tiempo adicional para reflexionar sobre tus errores," se volteó para caminar hacia su oficina, "No me decepciones de nuevo."
Me entristeció oírle decir eso. No porque no pude complacerlo, sino porque yo quería decepcionarlo de nuevo; quería volver a irme a escondidas de las fiestas, para conocer hermosos extraños y hacer cosas que no había hecho nunca.
Era tanto emocionante como malo. Lo que había pasado había sido en contra de casi todo lo que mi madre me había enseñado sobre modales. Sin embargo, quería más.
En tiempos como este me hacía desear que mi padre me permitiera tener mi propio teléfono. Quería que él confiara en mí lo suficiente como para dejarme salir solo y tener la necesidad de un teléfono celular.
Mi hermana tiene uno, de color brillo champán. Ella siempre va a clubs y eventos para socializar; haciendo lo que se supone que hace.
Tal vez mi padre sabía que si tuviera la libertad que ella poseía, haría cosas como las que hice la noche anterior. Compartir cama con alguien a quien ni siquiera conozco, dejarle verme indecente, besarle de la manera más sucia que se pueda imaginar.
La forma en la que me había sentido cuando Louis y yo nos apartamos me había hecho pensar que había más que la manera más sucia que podía imaginar. Me hizo sentir que había mucho más de lo que me perdía, más que sólo unos besos.
Supongo que podría conseguir mi propio teléfono. Quería ver a Louis de vuelta, pero sabía que probablemente nunca volvería a estar en contacto con el chico de nuevo.
Desde luego no parecía el tipo de chico que iba a fiestas como aquella en la que nos encontramos, pero de todas formas- él era tan intrigante.
Tenía esa boca de él que me hacía querer desaparecer, pero quería oírlo hablar más, incluso si sólo decía palabrotas todo el día.
Era tonto, pero quería salir y utilizar las 2,000 libras que mi padre generosamente depositaba cada mes en la cuenta bancaria que comparto con mi hermana para ir a comprar un teléfono.
Por desgracia, mi padre supervisa todas las transacciones y requiere de recibos por cualquier cosa a más de cien dólares.
Mi hermana gasta su dinero viciosamente; mientras que yo probablemente tengo más de cincuenta mil euros en mi cuenta.
Me recosté en mi cama los quince minutos que me quedaban, simplemente para pensar en una matriz de temas; desde Louis hasta qué color debería elegir luego para mis paredes.
Audrey llamó a mi puerta a las 10:30 exactamente, notificándome que mi tutora ya estaba aquí.
Necesitaba una ducha urgentemente, pero por desgracia, abrí la puerta saludando a la dama antes de recoger mis útiles para llevarlos a la planta baja.
Luego de la lección de hoy, mi padre llamaría a mi entrenador, como lo hace todos los domigos, para retenerme en el gimnasio por una hora, o tal vez más. Él probablemente me haría trabajar más duro considerando que lo había molestado. Está bien. En verdad, lo merezco.
Mi tutora de hoy era mi favorita. Preferentemente estaba mal visto cuando se trataba de gente que trabajaba para mi padre, pero sentía que podía hablar con ella, mi tutora de Lenguas. Ella era diferente a los otros; más joven, menos estricta, y tenía un método distinto de enseñanza. Sus lecciones no me hacían sentir inferior como lo hacían las otras.
De otra forma aprendía porque lo tenía que hacer, pero la mayoría de mis días deseaba que mi tutora de Lenguas pudiera enseñarme todas las materias.
Su nombre era Señorita Valae y tuve que reprimir una sonrisa cuando vi su castaño pelo rojizo en el estudio.
"¿Es ese Harry?" Ella preguntó retóricamente, girando su asiento para verme mientras yo entraba, "¡Mi estudiante favorito!"
La mayoría de los tutores sólo trabajaban un día, así que era su único estudiante.
No obstante, sonreí ante su dicho.
"Hola Señorita Valae," me senté frente a ella en el mostrador de caoba, "¿Cómo está hoy?"
"¿Eres alguna vez... menos formal?" Bromeó, colocado sus libros sobre la mesa uno por uno mientras los sacaba de su bolsa.
"No quiero ser grosero eso es todo," Saqué mis propios libros para la lección, echando un vistazo a mi copia del programa de estudios momentáneamente para asegurarme que tenía los materiales adecuados.
La señorita Valae comenzó a divagar sobre el siguiente libro que ella quería que lea, una historia corta, fácil de leer. Un libro de nivel de preparatoria.
Quería preguntarle a la señorita Valae su primer nombre, conocerla mejor. Ella y los otros tutores son la única interacción que tengo además de mi familia, debía establecer una relación con ellos.
La cosa es, cuando intenté comenzar a hablar para preguntarle cuál era su primer nombre, las palabras se tropezaron en mi boca, recordándome que interrumpir su habla no sería muy educado.
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qué estrés, ahre
no subo hace como una semana o más y perdón pero no tuve tiempo, el colegio me tiene #harta
no se olviden de votarr porfa que me re ayuda <3
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Polite // l.s (Español)
FanfictionSiempre me enseñaron a mantener la cabeza en alto, a verme presentable- a verme mejor; a ser mejor. Siempre me dijeron que para ganar, debo ser mejor que los demás; convertir todo en una competencia para que valga la pena ganar. Siempre me he visto...