Son ya las 12:00 de la mañana del día siguiente y por fín estoy en Coria del Río. El viaje se me ha hecho largo y cansado.
Entro en la casa de mi abuela y me recibe con mucho cariño (me abraza, me da besos...) se ve que me echaba de menos y tenía ganas de que llegara.
Ella se pone a preparar la comida para el almuerzo, pero antes me enseña mi habitación. Es grande, acojedora y además tiene unas vistas impresionables.
La calle en la que vive mi abuela no es ni muy grande ni muy pequeña, está bien. Se ven niños jugando a saltar la comba, al balón prisionero, y a más juegos.
Esto no es lo mismo que en Valencia porque aquí no conozco a nadie, pero seguro que hago amigos.
Bajo a la planta de abajo donde mi abuela sigue haciendo la comida.
-Cariño, mañana tienes clase en el instituto de aquí, no está muy lejos de casa. Tienes que entrar a las 8:15.
-Vale -contesté nerviosa porque no conocía a nadie en aquel instituto- Abuela, voy a salir a hacer fotting y así conozco esto un poco.
-Vale
Subo a mi habitación y me pongo unos leggins negros, una sudadera y unas deportivas blancas.
Salgo a hacer fotting y todos me miran con caras raras, pero es normal porque soy nueva, ya me conocerán.