Querida Irèna:
Hay veces que me pregunto una y otra vez el por qué estoy enamorada de ti, y no porque sea algo negativo, sino porque es algo totalmente inexplicable para mí. Dos meses, 60 días, 1440 horas, 87600 minutos, 5256000 segundos tardaste en enamorarme. Quizás fue por tu bellísima personalidad, tu lado danger, por tu forma de tratarme. Podría estar horas y horas hablando de las razones por las cuales puedo haberme enamorado de ti pero, de alguna manera lograste entrar en mi corazón, como los ingleses entraron a las Malvinas y las conquistaron sin permiso de nadie ((ah re triste)). Fue algo así como te adentraste en mi corazón, tiraste abajo cada muro que lo protegía para conquistarlo a toda costa y sin importar nada.
Y aunque hace no hace mucho mucho tiempo he logrado decir en voz alta que estoy completa y perdidamente enamorada de ti, admito que al primer mes este pensamiento ya estaba rondando por mi cabeza.
Gracias por cuidar de mi corazón.
Con amor, Alexia.