Uh, Estupidez. (Vinscott||Jeremike)

Doce.

Supongo que tendría que haberte visto, Scott. Y así fue.

Te vi, me viste, nos vimos.

Algo en mi corazón latió.
Mi corazón al verte revivió, o al menos lo intento.

Me robaste el corazón.
Un corazón roto y herido.

Me cambiaste la estúpida vida.

¿Noches de llanto por Liam? Las cambiaste, al principio, por ti fueron lágrimas por que supe que me gustabas y estaba herido. Luego, eran noches en risas, pensando en las pequeñas y hermosas (pero tontas, por eso me alegraban, las Hacías para mi) bromas, caras, acciones, y... Esas locuras me pateaban el estómago.

Confíe en mi instintos y fallé.

Confíe en ti, cuando aún confiabas en mi, pero caí, aquel abismó volvió a mi.

¿Sabes lo difícil que fue amarte intentando no defraudarte, sintiendo aquel ardor en mi pecho, cosquilleos en mi estómago, sintiendo salir las verdaderas risas a tu lado, lo difícil que fue ser feliz a pesar de estar roto, Lo Difícil Que Fue perderte? ¿alguna vez lo pensaste?

Scott.

Eran en punto, las 3 de la tarde.

Todos, incluso Jeremy, ya estábamos juntos.

Me felicitaron, los vi con melancolía.

Me preguntaron el porque de mi tristeza; "13 años, ya estoy viejo. Pero.... ustedes son un año mayor que yo, o al menos no son menores que yo... Así qué... Puedo decir que a la par de ustedes —Señale a Liam, Lawren, Scott y Fernando— soy Joven"

Y como mi vida es una desgracia, me toco ir sólo con Scott en el Puto Elevador, Mientras los otros corrían por las escaleras de aquel centro comercial. ¿Por qué? Me sentía mareado, sentía un dolor punzante en mi cabeza. Y Scott se ofreció a ir conmigo, por cualquier cosa.

Me quede helado, al sentir la mano de Scott en mi frente.

—Tienes fiebre.—Dijo Cortante.

—¿Qué tanto hiciste para crecer tanto? La última vez que nos medimos juntos junto a los chicos, medias 1.60 y yo 1.55, ahora mides 1.70 y pues... Yo 1.58...

Scott rio.

—¿No lo sé, la pubertad?

Solté una carcajada, sonriendo.

—Gracias.

—¿Por qué? —Me vio confundido.

—Por venir, pese a que no tenemos nada que ver. —El elevador aún no llegaba al piso, el centro comercial es enorme, habían muchos pisos. Scott al ver que nos acercábamos más a nuestro destino, vio los botones del elevador con molestia, y Toco otros más.

—¿No tenemos nada que ver? —Se puso frente a mi, haciéndome tambalear. —Eres la persona que me gusta. Eres la persona que creo amar.

—¿Lo dudas?

—Si, porque al no saber como te sientes, algo dentro mío de desgarra.

Me sonroje.

El se acerco más a mi, y susurro "Desearía rotundamente que nuestra pequeña promesa se hiciera realidad" y me regaló un cálido abrazo.

El elevador llego a donde debía y bajamos.

Deseaba que me regalarás un poco de amor, pero has rebasado mis sentimientos. Realmente... No sé si sentirme roto...o... Feliz...