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Por fin hoy es el día, mi cumpleaños. Tenía miedo de venir a la escuela, nunca me gusta asistir en mi cumpleaños. El hecho de pensar en si alguien se acordó o de quién me felicitará o me dará un regalo es estresante. Siempre he tratado de evitarlo aunque siempre me es imposible.

Mis amigas cercanas se molestan en darme algún detalle y las demás personas simplemente me felicitan. Puede ser que sea ridículo pero no puedo evitar pensar que tal vez me felicite, pero estamos en la última hora y aún no me dice nada. Yo sé que no ocurrirá, y si pasa será por que escuchó a alguien más felicitarme y lo hará él.

La campana suena y yo y mi mejor amiga salimos de clase hacia la puerta de salida. Escuchamos un grito que me llama por mi nombre y nos volteamos. Un chico de su salón se acerca a nosotras corriendo. Aquel chico era amigo de una prima mía y me felicita con un abrazo. Él viene detrás de aquel chico e igualmente me felicita. No estaba segura de que haría y por un momento juro que podría morir cuando me toma en sus brazos y me envuelve con ellos. No podría haber pedido un mejor regalo que un abrazo de parte suya y estoy eternamente agradecida.

Un consejo; mantente firme, cuando la situación se presenta puede que tu sueño se vuelva realidad, y si no ocurre así siempre hay otra oportunidad.

De como sobrevivir a tu crush #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora