Afloat ❦ Yoonmin

epilogue

El sol estaba en su punto más alto, presumiendo como podía brillar y alegrar días, inclusive hoy, era perfecto el clima, como para salir de paseo de familia, con amigos, o simplemente con tu persona especial.

Pero ese no era el caso de Min Yoongi.

Se encontraba mirando a un punto fijo del ataúd, sin expresión alguna, pero no quitaba el hecho de que sus ojos estuvieran hinchados y sus labios rotos de tanta frustración. Vistiendo el típico negro en los funerales, y escuchando al padre decir las malditas estupideces que Yoongi no creía.

¿Qué si él iba a ser feliz en el puto cielo?

¿Qué si su alma estará descansando en paz?

¿Qué si deberíamos estar felices por que dios lo necesita en su "reino"?

El pálido aborrecía cada una de las blasfemias que salían de la boca del padre, él ahora sería infeliz, porque su reino se encontraba en la sonrisa de Park Jimin, su felicidad yacía en los pequeños momentos que compartía con Park Jimin, su vida se fue con la de Park Jimin.

Una pequeña situación recordó, la primera noche donde Jimin le invitó a su lugar sagrado, entrar junto a él en el agua, y Yoongi nunca pudo negarse, entrando a su lado y tomándolo en sus brazos.

No pudo evitar hacerle una pregunta tonta.

Si el mundo estuviera muriendo, ¿tú que harías?

Dos segundos bastaron, para que le entregara una respuesta.

Flotaría.

Se imaginó que diría aquello, gracias a todas las demostraciones que le dio por su amor al agua, pero lo otro, ni siquiera lo pensó.

Flotaría, junto a ti.

Después de echar ese recuerdo a un lado, se dio cuenta que todo había terminado, Namjoon y Jin les daban sus más sinceras disculpas con lágrimas recorriendo muchos lugares de sus rostros, Taehyung le dio un fuerte abrazó y le recordó que no estaba solo, seguido de Hoseok que hizo lo mismo, Jungkook solo estaba sin habla, y no quería hablar para no echarle sal a la herida con cualquier estupidez que pudiese salir de su boca.

Una vez que ya no había nadie, optó por ir directo al solitario departamento, tirándose en su cama.

¿De qué servía la vida si no podías compartirla con el amante del agua?

¿De qué servían los días si no podías compartirlas con el pez atrapado en el cuerpo de un hombre?

¿De qué servía su existencia si él ya no estaba para darle alegría?

Antes de que se diera cuenta la habitación estaba en llamas, y no se arrepentía porque sabía que era esto lo que debía hacer.

Las llamas ardientes rozaban su piel, acariciándola, besándola, dándole la bienvenida.

Siendo exactos y precisos Min Yoongi no sentía que fuera llamas.

Min Yoongi sabía que era Park Jimin invitándole a volver con él.