Capítulo 2

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-Alessia... ¡Alessiaa! ¡ALESSIA! - siento su mirada de pocos amigos sobre mí - ¿Me estas escuchando? Llevo horas hablándote y tú no has dejado de mirar hacia la pared como si fuera más entretenido que escucharme - dice la pelirroja, mientras movía las manos frente mi rostro en señal desesperación

Luego de unos segundos tratando de asimilar lo que acaba de pasar, le contesto.

-Oh si... Lo siento, estaba... uhmm... pensando en algunas cosas - digo a modo de respuesta mientras trato de darle una tierna sonrisa para que se tranquilice.

-Ya... ¿Te parece si vamos al Starbucks del centro comercial que queda a media hora de aquí? - Preguntó o más bien, suplicó ya que me había puesto sus ojitos de perrito añadiéndole un puchero y todo, a lo cual no podía decir que no.

-Bueno, bueno, está bien... Vamos - Le digo mientras recojo las llaves del coche que se encuentra en una mesita de vidrio a un costado de la entrada del departamento y mi bolso donde está mi teléfono, gafas de sol, maquillaje básico y mi carterita en la cual guardo el dinero.

No sé como esta chica se entusiasma tanto cuando vamos a salir, es como si sus padres nunca la hubieran sacado de casa. - Pienso mientras veo cómo sale saltando de la alegría hacia la puerta.

***

Luego de haber pasado como 10 minutos buscando un lugar libre para estacionar el coche, por fin encontramos uno. Cogimos nuestros bolsos, salimos del coche y nos dirigimos hacia la entrada principal del Centro Comercial. Fuimos hasta el piso donde se encuentra el Starbucks y al llegar me senté en una de las mesas que quedaban cerca de la barra para pedir la orden, mientras Abbie había ido a pedir lo que queríamos.

Después de unos minutos, Abbie regresó con nuestros pedidos, sentándose en frente de mí con una sonrisa pícara.
He vivido con ella 2 años en el mismo departamento - lo pagamos a medias - Ella trabaja en el bar de su tía por parte de padre y yo en la biblioteca de la ciudad. Y bueno, la conozco bien como para saber que empezará con el interrogatorio en 3... 2... 1... ¡Now!

- ¿Qué pasó ayer en el supermercado? Jayden me dijo que se habían encontrado con alguien - pregunta alzando las cejas varias veces, con una sonrisa pícara.

Idiota, cuando lo vea lo mataré. No se puede callar nada - susurro sólamente para mi.

-Pues, lo he visto a Nathan, estaba al final del pas... - Me quedo callada al ver un chico castaño, sentarse en la mesa que hay alado de nosotras, para ser específica detrás de Abbie. Él está dándonos la espalda, pero por su físico creo que es ¿Nathan? Vaya, vaya, como que el destino o más bien la vida me está jugando una mala racha.

- ¿Qué te pasa? Parece que hubieras visto un fastasma - dice para luego soltar una carcajada la cual se le termina al señalarle quien está detrás de ella.

Abbie se da vuelta y en cuanto ve a Nathan se gira rápidamente abriendo los ojos como platos.

- Creo que es hora de irnos - le digo mientras termino el nuevo Caramelized Honey Latte.

-No, claro que no. Nos quedaremos aquí - me discute, mientras coge mi bolso, con las llaves del coche dentro.

Abbie sabe que me daría flojera caminar hasta el edificio donde queda nuestro departamento, así que me siento nuevamente soltando un leve suspiro.

Abbie 1 - Alessia 0

En cuanto me senté, pude observar como Nathan esperaba a alguien. Luego de 5 minutos se le acerca una chica bajita, de cabello negro, ésta lo traía suelto con pequeñas ondas en las puntas. Llevaba un vestido sencillo, pero lindo, color coral con una chaqueta negra en manos, zapatos de tacón casi altos y un ligero toque de maquillaje, lo cual resaltaba su piel blanca. Ella se acerca a su mejilla depositando un tierno beso en ella, mientras él sonríe. Nathan habla con ella durante unos segundos y luego se dirige a la barra del Starbucks mientras ella se queda esperando en la mesa donde minutos atrás había estado sentado aquel chico.

-Bueno, creo que deberíamos ir a casa, estoy cansada y en la noche tengo que ir al bar - habla la pelirroja mientras se levanta de la silla y me mira esperando una respuesta.

-Oh claro, vamos. Creo que también necesito descansar - respondo tratando de sonreír, pero en vez de eso, hago una mueca.

-Hey, sé que te has quedado embobada viendo como aquella chica está conversando con Nathan entretenidamente, pero vamos nena, dijiste que ya no te importaba, ya han pasado casi 6 meses desde lo que hubo entre ustedes, es hora de que te des una oportunidad para empezar de nuevo.

Asiento hacia Abbie en forma de respuesta porque sé que tiene razón. Le pido que me devuelva mi bolso y caminamos hacia el ascensor mientras pasamos por la mesa en la que se encuentra Nathan con su ¿novia?
No sé si se ha de haber percatado que estaba ahí, pero si no fue así, me alegro.

***

Al llegar a casa, tiro el bolso encima del sofá y me dirijo al baño para darme una ducha y así despejar mi mente de lo que ha pasado.

Lleno la bañera hasta la medida que deseo, mientras pongo un poco de jabón líquido de vainilla - mi favorito -

Luego de casi 15 minutos, decido salir de la bañera antes de convertirme en una pasa - toda arrugada - Me sujeto la toalla contra mi cuerpo para dirigirme a mi habitación.

Abro la puerta del armario para elegir que ropa me pondré, pero que sea cómoda. Por último, me decido por una camisa que dice Be yourself, color gris, la cual me encanta para andar en casa cuando quiero estar cómoda... me queda floja y me da por encima de las rodillas, luego me puse un short y empecé a peinarme, aunque no era necesario, por más de que lo hiciera quedaba aún más despeinada que antes...

Al salir de mi habitación, escucho unas risas femeninas que provienen del piso de abajo. En cuanto bajo las escaleras me doy cuenta de que era Abbie y Riley, riéndose como si su vida dependiera de aquello.

A dos centímetros de ti©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora