Capitulo 2. Rencor.

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Ahora cada vez que veo a David me da asco.
Sí. No soy bipolar. Lo que pasa es que David fue el amor de mi infancia. Pero no el actual.
Me enteré de que ahora él se había convertido con el paso del tiempo en uno de estos " chungos". Puede ser que el motivo se encuentre nada más ni nada menos en que su padre perdió el trabajo.
¿ Qué tiene esto que ver?
Mucho, la verdad, por no decir todo.
Su padre, al quedarse parado, se alteraba con más frecuencia y consumía alcohol en grandes cantidades. Las consecuencias fueron visibles. Una mujer maltratada y un hijo machista siguiendo el ejemplo de su padre.
Pero lo que más me hizo cogerle odio es que me enteré de algo que fue como ácido para mí.
Él, que había salido con mi amiga, la maltrató.
Lo supe porque un día que acababa de estar él en su casa, la vida con varios moratones.
Al principio, me calle. Pero a la segunda me enfurecí de una manera que no era normal.
La abracé. A
Salí de su casa.
La gente me miraba porque el fuego a mi lado congelaba.
Fui a casa de David. Me acerqué y le di una bofetada delante de sus amigos.
No hizo nada. Porque en el fondo algo le gustaba. Pero él a mí no.
Las cosas cambian y el agua discurre para no estar en el mismo sitio, por miedo a quedarse estancada. La vida es igual.
Mi amiga me agradeció lo que había hecho y me pasé durante tardes consolándola.
Solo de pensar que por su culpa tuvo que acudir a especialistas...
En fin, prefiero no comentar.
En cambio, al que yo ahora quiero es modelo. Ya sé. Soy la típica superficial.
Pues no. En realidad me gusta porque es amable con todos y trata a todos de la misma manera.
La verdad es que estaba feliz con solo mirarlo. Pero un día la metomentodo ya se encargó de que él supiese lo que yo sentía. Pero me prometí mí misma no llorar. Pues haciendo eso me lamento y no consigo nada.
Así que sigo adelante. Y en cuanto a la que no respeta mis emociones, la que lo contó todo... Ya le dejé un regalito.
Ahora estaréis imaginándome a mí riendo como un científico loco.
Pues acertáis.
Me enteré por las redes sociales que ella tiene zoofobia, miedo a los animales.
Así que, coloqué en su casa, un ratón y un perro.
Ella corría por toda la casa gritando como la loca que era.
Dicen que en el mal de uno no se debe disfrutar. Pero también dicen que la venganza se sirve en plato frío.
Después de estos incidentes, conocí a un chico llamado Alex. Nos hicimos amigos con una rapidez abrumadora.
Pero sucedió algo que no tenía previsto, él se me confesó.
Me dijo que me quería.
Por supuesto que dije que no. Aunque la verdad es que no sé por lo que respondí de ese modo. Quizás porque me estaba viendo envuelta en un triangulo amoroso del que no podía salir. Alex o John, del que hablé al principio. No va a ser algo fácil.
Nadie pretende que lo sea.
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En el siguiente capítulo hablaré del triángulo. Podéis comentar si queréis deshacer el triangulo y cuál es vuestro elegido.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2016 ⏰

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