Quinta epístola

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Querido Fausto.
Me pregunto si la vida estará siendo justa con nosotros. Yo considero una injusticia que muchos disfruten de tanta alegría y nosotros seamos tan miserables, estando tan alejados el uno del otro. Añoro inmensamente aquellas tardes en las que caminábamos tomados de la mano, persiguiendo el sol, extraño tanto el reflejo de los árboles en tus oscuros ojos, la calidez de tu cuerpo, la ternura en cada una de tus palabras al dirigirte a mí, extraño saber que mi presencia es el motivo de tu sonrisa, pero lo que más extraño es aquel calor, aquella sensación de seguridad, ese dulce lugar entre tus brazos que me hacía olvidar que el dolor existe. Todos los felices momentos que construimos juntos ya no son tan alegres como lo fueron, todo por una simple y sencilla razón, no estas a mi lado para recordarlos juntos, lo que antes fue luz hoy se convierte en oscuras sombras que a tormentan mi sueño y tengo miedo, miedo a tu olvido, miedo a que tus promesas de amor hayan sido solo mentiras, palabras vacías que se pierden en las redes del tiempo, el temor me invade y siento que quema, no logró alejar las dudas de mi mente.
Adeline y Nina me sugieren que te olvide, pero como olvidarte mi querido Fausto, si tu recuerdo es lo único que me mantiene en pie, lo que más deseo es volverte a ver, que me ames como yo te amo, construir un mundo donde sólo seamos tu y yo.
Daniel es el único que entiende lo que siento, no estoy segura pero creo que ha pasado por algo similar, le he preguntado pero siempre evita el tema y su semblante de vuelve melancólico, quiero averiguar que le pasó, siento gran curiosidad por su pasado, creo que me nuevo pasatiempo será investigar sobre Daniel.
Ya me despido, espero que estes bien, seguire extrañandote y pensandote, cada día.

Com infinito cariño.
Amanda.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2016 ⏰

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