Buscando mi alma gemela [Dylan O'Brien]

Narra Dylan O'Brien - cincuenta y cinco

—No entiendo lo que dices —se cruza de brazos.

—Es algo un poco largo de explicar —sonrió viendo la arena que se ha introducido en mis zapatos.

—Entonces comienza ya —habla con un tono de voz muy suave.

—Todo comenzó el primer día en pre kinder, no se si recuerdes- sonrió como bobo al notar su mirada en mi y sigo —Tus padres te habían dejado con nuestra profesora y tu no parabas de llorar ni de soltar tu maleta de barbie —Rouse me mira y arruga la frente —te sentaron justo alado de mi y desde ese día no te he podido sacar de mi vida. Cada mañana al llegar a la escuela te saludaba feliz, pero de tu parte sólo recibía rechazo, una vez en cuarto año me pisaste mi pie en los ensayos de una obra de teatro, me pegaste chicle en el cabello en séptimo grado y para colmo en el Instituto te cambiaste de materias sólo por no estar cerca de mi.

—No eso no es así —interrumpe mi pequeña bebé.

—Pero aún así nunca deje de quererte, en vacaciones logré verte en el parque junto a mi hermana pero cuando decidí hablar contigo para conocerte un poco más, me di cuenta que no te sentias cómoda al estar cerca de mi. Así que decidí olvidarme de ti —la miro directo a los ojos —Pero ni porque lo intente podía, sabía que eras tú "chica desconocida", nunca te vi dejarme una nota pero si reconocía tu letra y tu dulce aroma que se quedaba en cada papelito que me dabas. Llevaba mucho tiempo esperando darte un beso y cuando me de valor de hacerlo entendí algo, pero... no se como reacciones al oír una vez que me gustas y que me he enamorado perdidamente de ti —agarró sus manos —cada mañana a lo que entraba con mis chicos la primera chica que veía era a ti, así esquivarlo mi mirada siempre mis pensamientos y atención era hacía ti, y ya lo sabes Rouse, me gustas y demasiado en realidad como para dejarte escapar.

—Era sólo una niña, no guardes venganza contra mi Dylan —reímos un poco —y disculpa por el chicle en tu cabello —ríe un poco más pero tímida —Yo también tengo que confesarte algo —se acerca un poco más a mi.

—Dime —pregunto impaciente.

—También me gustas —acaricia mi mejilla —bueno eso ya lo sabes pero falta algo para que estés aún más seguro de lo que siento.

—¿Qué cosa?—arrugo mi frente de rareza.
— Esto.

Bien decía mi madre que valía la pena esperar, tenerla junto a mi y hablando así sin duda me hace el hombre más feliz. Sólo bastaba un beso, tan sólo un beso para poder volar entre mis pensamientos ¿Pero que podía imaginar yo que me enamoraría con tanta locura?.
Sin duda besar sus labios y acariciar su fino cabello hace que todo sea tan perfecto.

Si te gusta vota y comenta☆ capítulo final:(
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PDTA: AQUI LES DEJO EL AMOR DE MI VIDA