¡Doctor Please! =Shizaya=

¡Descuidos!

Terminaba de llover en la cuidad de Ikebukuro, muy rara vez era cuando en la cuidad eso pasaba y el informante Izaya Orihara disfrutaba de días como esos, amaba sentir la lluvia sobre su cuerpo, las gotas de lluvia cayendo sobre su fino rostro, además sabía perfectamente que su némesis Shizuo Heiwajima no le gustaban los días lluviosos.

¿Que más podría ser perfecto? ¡Tenia la cuidad para el solo!

Una vez pasada la lluvia el informante fue rodeado por la gente del lugar, a lo que este se retiro de inmediato a su oficina, en el camino, empezó a estornudar, su frente se estaba calentando en extremo, su cuerpo se comenzó a debilitar y la garganta le dolía hasta más no poder.

En el momento en que llego a su destino el pelinegro busco desesperadamente sus llaves, pero la enfermedad lo estaba consumiendo por completo, así que tomo la decisión de llamar a su secretaria Namie Yagiri.

-¡Hey tu! Ábreme ahora mismo.-

-¿Olvidaste que es mi día libre?

-¡Necesito que me abran!

-¿Y tus llaves?

-No las encuentro... ¿Si no porque te hablaría?

-Mañana voy a abrirte...

-¿MAÑANA?

-sí, adiós

Izaya se sentó en las afueras de su oficina mientras se envolvía en su húmeda chamarra negra, mientras empezaba a tener tos, una gran cantidad de sudor recorría su cuerpo, que a su vez esto le provocaba escalofríos.

Él soporto esto hasta que el sueño se apodero de este.

=*En el parque*=

Se encontraba paseando el hombre más fuerte de Ikebukuro, Shizuo Heiwajima, después de un día de lluvia se le hiso más que raro no encontrarse con la pulga, aunque al mismo tiempo se sintió tranquilo que este no estuviera en su camino, pero algo le decía que Izaya estaba mal.

¿Acaso estaba "preocupándose" por él?

-¡NI DE BROMA!- Grito en medio del parque con el rostro más que rojo.

Las personas presentes se le quedaron mirando entre asustados y sorprendidos. Así que Shizuo solo se limito a dedicar una mirada de odio a sus espectadores, lo que hizo que estos salieran corriendo del lugar.

Shizuo suspiro algo aliviado mientras bajaba la mirada, en ese mismo momento se encontró con un juego de llaves, las cuales conocía perfectamente y sabia quien era el dueño.

Soltó una pequeña risa al imaginar la situación en la que podría estar Izaya.

-Buscando sus llaves como un perro que persigue su propia cola-.

En aquel momento pudo haber aventado fácilmente las llaves lo más lejos posible y dejar a Izaya a su suerte, pero ese mismo sentimiento logro hacer que este sacara su celular para darle un espacio al juego de llaves en su pantalón, mientras que empezaba a buscar el nombre "Orihara Izaya" entre sus contactos.

¿¡LE MANDARIA UN MENSAJE A SU PEOR ENEMIGO EN ESTA TIERRA!?

Estaba más que confundido respecto a sus acciones y esto lo hacía enfadar fácilmente. Aun así empezó a escribir en su celular:

**¡Hey Nomimushi! ¿Cómo te encuentras?**

No sabía ni el porqué de mandarle un mensaje, pero espero una respuesta del azabache y nada...

Lo estaba consumiendo la desesperación y la preocupación, no podía esperar más, así que decidió ir a donde sabía que él estaría. Su oficina.

Al llegar al lugar se encontró con un charco de agua y un "bulto" negro sobre este.

-¡Hey! Este no es un buen lugar para dormir... ¡LEVANTATE!

Pero no obtuvo respuesta alguna, esto comenzó a preocupar mucho mas al rubio mientras lo observaba inquietamente. Decidió quitarle la chamarra para ver que estaba sucediendo, se encontró con un rostro rojo e increíblemente caliente. A lo que Shizuo tomo al otro de las caderas para después cargarlo mientras abría la puerta.

Dejo al informante acostado en el sillón mientras le quitaba su ropa húmeda, se tomo un momento para contemplar ese cuerpo tan bien cuidado, aunque con unas marcas claramente de peleas que el sabia que eran de sus encuentros, y con otras que eran ¿rasguños...? Si bien ellos tenían sus aventuras... pero Shizuo nunca le dejaría marcas de ese tipo... -¿Acaso Izaya tenía a alguien más...?- "Alguien más" -Suena como fuera el "novio" de Izaya-.

Noto que sus pensamientos lo estaban mandando a otra constelación, así que continuo con su labor de "enfermero, mayordomo y posiblemente hasta cocinero", busco por toda la oficina un cambio de ropa, pero no tenía nada... ni chamarras de repuesto o algún pantalón. ¡NADA!

Pero finalmente se topo con una caja que tenia por título "La primera vez", al rubio se le pasaron infinidad de cosas por la mente, desde la más pervertida hasta lo más "normal". Suspiro mientras abría la caja, se encontró con varios cuadernos que decían nombres de varias materias, fotos de cuando estaba en la secundaria Raira, fotos de... ¿!SHIZUO!? Lo más extraño eran los corazones y los adornos que tenían alrededor las fotos...

Se quedo pensando si acaso Izaya se había enamorado de él... ¡solo tenían sexo por tener sexo! Nunca se decían cosas románticas, querían satisfacerse. Solo eso, pero mirando las fotos...

-¡PARA NADA! ¡EL NUNCA PODRIA ESTAR ENAMORADO DE MI!-.

Continuo mirando entre las cosas de Izaya encontrando casi de pura suerte un pantalón blanco y una playera del mismo tono, le parecía extraño que hubiera ropa blanca ahí, pero lo que más interesaba es que Izaya estuviera bien, tomo el pantalón y la playera y corrió a vestir a Izaya.

La ropa le quedaba algo apretada, TODO se le marcaba más de lo normal, lo que provoco que una leve hemorragia nasal se escapara. Termino de vestirlo mientras no paraba de observarlo y recordar las fotos con las que se había encontrando... comenzó a jugar con su cabello y a pasar sus dedos por el fino y pálido rostro del otro.

Hasta que un momento se perdió en los labios ajenos, pasando con suavidad su pulgar sobre estos, como tratando de no olvidar ese cálido tacto. 

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Este fue mi primer fic! espero lo hayan disfrutado :D

En el siguiente capitulo Shizuo descubrira otras cosas...

¿De quienes son los rasguños que Izaya tiene?