La bienvenida... o algo así

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-¡Que hermosa mañana en la que me he levantado! -Dije con todas las ganas del mundo.

Con todo el pelo alborotado y los ojos bien llorosos de la felicidad.

Supuse que nada me iría mal en ese día, ni mucho menos que alguien o algo lo arruinara..., bueno asi lo había supuesto.

Me vestí, me peiné y me puse perfume hasta el ultimo punto de mi cuerpo para comenzar el día perfecto que había esperado por tantos meses... pero eso fué hasta que mi pinche perro se me abalanza encima y me llena con sus pelusas, pero para que culparlo si es hermoso verlo.

Pero, al parecer el mundo conspira para que no fuera perfecto, una cadena de sucesos me pasan al salir de la casa, me doy cuenta que la mochila apestaba como a podrido, asi que la cambie de inmediato.

Al llegar a la universidad, me encuentro con mi mejor amigo, Sebastían, y una chica que nunca la había visto en toda mi vida...

-Hey, ¿qué tal, Andrés? -Dijo Sebas sonriendo- Mira, te presentó a una nueva compañera, ella es Karen, Karen Zambrano.

-¡Hola Karen soy Andrés, Andrés Romero!, un gusto en conocerla. -Dije con toda la felicidad del mundo porque algo bueno acaba de sucederme al fin.

-Hola Andrés, el gusto es mío. -Dijo Karen con su mirada angelical y su pelo resplandeciendo por todos lados.

-Ufff, ni sabes lo que me paso en la mañana Sebas, pensé que hoy será el mejor día pero me pasaron cosas de las qur ni tú te imaginas...-Dije.

Entramos a la universidad y nos dirigimos a nuestra aula de fisicoquimica, realmente yo adoro con pasión a la física y a la química como si fueran parte de mi ser, así me lo decía mi madre cuando estaba en el colegio de lo que yo tenía el mismo o más potencial que mi padre, el gran científico, Juan Jose Romero, pero sufrió un terrible accidente en medio de una investigación en 1998 que dejo 2 víctimas y un herido más en el suceso, justo cuando yo tenía 3 años, y si lo sentí mucho, pero ahora mi madre hace el doble papel de mama y de papa a la vez, cuidando de mi hermanita, Cristina, y de mí.

Muchos de mis amigos y familiares me dijieron que no debería ser como mi padre, mayormente mi madre porque ella no quería que tomara un riesgo como lo hizo mi padre en sus días.

En la práctica de laboratorio, el profesor mandó a hacer unos informes grupales dependiendo de los compuestos y diferentes sustancias que teníamos en nuestro poder y de repente Karen se me acercó, y yo... ahhh no sabia que me va a preguntar, o de lo que ella quiere...

-Em, hola Andrés,me dijeron que me juntará con alguien que en verdad pueda guiarme o algo así en este ámbito que yo realmente adoro. -Dijo Karen con una voz hermosamente dulce que a la vez que me quedaba sin palabras para responderle.

-Bueno, Karen -Dije con toda seguridad-

Pero los malos momentos no paraban en la casa, y me siguieron al laboratorío, al investigar las sustancias con Karen, no podía sacarla de la cabeza, y eso que es el primer día, ahhh... no sé que hacer ahora, al momento de discutir las pruebas con Karen, sacamos conclusiones y justo en ese momento, pongo el tubo de ensayo en el mesón y son darme cuenta que no lo había puesto en su lugar todo nuestro informe de 5 hojas casi concluído se desvaneció...

Yo ya no sabia que hacer, solo sé que solo faltaba media hora para entregar el informe pero ya sabia que ya lo jodí todo, pero...

-Andrés, no te preocupes, sí acabamos, además me faltaban muchas cosas y eso no es nada para lo que tengo en mente -Dijo Karen con toda la calma de mundo.

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