Al pasar algunos días me llegó un nuevo correo tuyo en el buzón y ponía:
Bonitaeratucara ademástienealas. Meencantasucuerpo ysusojoscomoelviento, labrisaresplandece ymicuerposeestablece. Tequiero: Thomas
Ese día aprendí tu nombre "Thomas" es un nombre que no es que sea muy común, pero a mi me gusta. Es muy bonito, pero sigues sin gustarme.
Empezé a pintar un cuadro y me acorde de ti al hacer garabatos me salio una "T" de "Thomas" Me lo estaba pensando pero...
Al día siguiente estábamos en el insti y ya no me acrodaba de que íbamos juntos a clase. La profesora anuncio que venia un chico nuevo llamado Hector. Era muy mono. Él empezó a elegir sitio para sentarse y escogió el que estaba al lado mío que estaba libre.
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Cada vez que le veía me entraban ganas de darle un beso para que supiese lo que siento por él. Al pensar eso me sentí como Thomas en nuestro conflicto y me daba un poco de pena y decidí decírselo al fin con calma. Él lo entendió y me pudo comprender. Sentía mucha lástima al ver su cara. Muchísima.
