Alonso había llegado al lugar con su guardaespaldas que media como dos metros, o al menos comparado con el pequeño Alonso este era enorme, se llamaba Ignacio.
-Nachito, nachito, -tomó al gran hombre del brazo recargando su cabeza en el mismo- ¿No te gustaría tener el día libre hoy? -preguntó dando ligeros golpesitos al guarura-
-Pero no lo puedo dejar solo joven y usted lo sabe -habló despreocupado-
-Si pero mi papi no se dará cuenta -chilló Alonso-
-No joven lo siento -Alonso bufo y azoto ambos tacones contra el piso como niño pequeño-
El pelirrojo tenía que usar unos lentes para no ser reconocido, pues sabia que quizá si corría un poco de peligro.
Camino hasta el salón de belleza, de inmediato todas las empleadas lo saludaron y rápidamente lo atendieron
-Buenos días señor Alonso, -una de las chicas lo saludó cordialmente-
-¿Tan viejo estoy? Quiten esa cara de funeral todas, hoy e venido de buenas -Grito para todo el personal que laboraba-
En ese momento todas relajaron sus facciones, pues hace un mes aproximadamente el chiquillo mimado había venido pero quedó inconforme con las uñas tan corrientes y feas que le habían echo según el, había armado todo un escándalo e incluso había humillado a una empleada del lugar.
-Haz bien tu trabajo está vez, -sonrió despreocupado mostrando sus manos- las quiero hermosas
La chica asintió y comenzó su trabajo
Media hora después el aroma a acrilico y esmalte había llenado las fosas del pelirrojo, observó el resultado y sonrió ampliamente
El resultado había sido hermoso, esta ves sus uñas le habían encantado pues resaltaban la pálida piel del menor.
-Toma -el chico entrejo la pequeña placa de plástico con la que le cobrarían el trabajo-
-Enseguida -la chica tomó la tarjeta de crédito, la deslizó por la máquina y listo ya estaba saldada la cuenta.
-Hasta luego chicas. -Alonso se despidió de todas y cada una de beso, y halagando cualquier detalle que tuvieran-
-Hasta luego Alon -Todas dijeron juntas y Alonso sonrió para salir del establecimiento-.
Camino juno a Ignacio a la camioneta.
-Mira, mira ¿como quedaron? -chilló Alonso al chofer ernesto mostrándole sus costosas uñas-
-Son hermosas -el rubio le sonrió de lado-
-Lo son, realmente lo son -Alonso le sonrio- llevame a el Starbucks del centro-.
El rubio asintió y arranco el auto para dirigirse a la cafeteria.
Alonso bajo rápido del auto, tropezándose un poco con sus tacones, corrió sin dificultad alguna hasta su teñido y chino amigo Freddie.
Ambos se abrazaron y entraron a la cafeteria, pidieron y se sentaron en su mesa favorita justo al lado de la ventana.
Freddie era el único chico en el que Martín confiaba pues se conocían desde muy chiquitos.
-Alonso, son las uñas más hermosas
-Lo se Freddie me las acabo de hacer.-sonrió pavoneándose ante el halago de su amigo-
Platicaron por una hora, informándose sobre cualquier cosa.
Por accidente una pequeña gota de café había caído en su saco haciéndole una microscópica Mancha.
-Oh no mi saco, Freddie -Chilló el menor- Ahora no lo quiero
El pelirrojo se quitó su rosada prenda y se la dio a su mejor amigo.
Se había quedado en esa diminuta blusa blanca que descubría su delgado abdomen y sus lindas curvas.
Salieron del lugar y se despidieron, el saco había pasado a tirarlo en el suelo para limpiarse los pies con este y subir a su gran camioneta...
-Papi, papi -corrió a Martín y este lo recibió con un cálido abrazo-
-Mi niño ¿Como estas?
-Bien papi, ¿para que me llamabas?
-Por que tienes que preparar tus cosas, Viajáras a Estados Unidos para el lanzamiento de tu perfume-.
-¿Viajaré? ¿Solo? Pero tu nunca me dejas sólo papi.
-Esta vez tiene que ser así hijo, tengo muchos asuntos que arreglar.
(...)
El avion "Villalpando" que era el avion exclusivo de la familia ya había despegado, transportando a Alonso a los Estados Unidos.
Cuando llegó ya todos sabían de su nombre y lo recibieron demasiado bien.
Su presentación había sido en un auditorio enorme, había pasado por una sesión de fotos para todas las compañías de comunicación y espectáculos.
Una vez que estaba por entrar todos empezaron a aplauidir con euforia, no se recibía al hijo del hombre más rico siempre.
Alonso entró y saludo con ademanes, se sento en un sillón amplio color rosa y una entrevista larga y varias horas le tomaría estar en aquel lugar.
Cuando todo terminó salió con su guardaespaldas y se tomó fotos con solo algunos de los que estaban allí.
Recibió unas rosas como obsequio de parte de la compañía.
Y tenía que alistarse por que en la noche tendría una cena con un nuevo socio con el que haría una nueva línea de zapatos con su nombre.
Llegó al dichoso lugar fino donde sería la cena, al momento de entrar dio su nombre y un camarero lo llevó a su lugar pues ya lo estaban esperando.
El hombre joven se levanto, era pelinegro, guapo, y con lindas pestañas, deslizó la silla de Alonso con caballerosidad para que el chiquillo tomará asiento.
-Buenas Noches Joven Alonso. -Beso su mano-
-Ay no seas aburrido sólo me debes ganar por dos o tres años, tuteame lindo, te doy permiso...
-Bueno Alonso soy Jos..
Jos, Jos que lindo nombre obviamente debería tenerlo en su cama ya...
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Cute Whim // j.v. // jalonso villalnela
Fanfic-¿Entonces tu no me amas? -Tu Jos, solo eres uno de mis tantos "Lindos Caprichos" acostumbrate.