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~>Uno<~

Emilia se encontraba en la mesa del comedor esperando a sus padres, quienes tenían algo, según ellos, importante que decirle.

Mientras esperaba miraba la ventana al fondo del salón, a un lado de la puerta que daba a la salida. Solo se veían las copas de los árboles meneando con el viento y las casas vecinas.

Emilia desvió la vista al resto del pequeño salón comedor, estaba oscuro, aun siendo de día, estaba apagado...sin vida.

-Da miedo tanta inexpresión...en la casa...- pensó ella-

Vió otra vez hacia afuera y miró el cielo.

-No solo es la casa.... es el día... está... Extraño....incluso yo me siento extraña...

Cuando volvió a prestar atención a lo que miraba vió el auto de sus padres detenerse en la acera.

-Por fin llegan...-dijo Emilia lanzando un suspiro

Se levantó de la mesa y fue a abrir la puerta para que sus padres no tuvieran que hacerlo, cuando abrió la puerta ellos ya subían el primer peldaño del mini- escalón que llevaba al pórtico.

-Ya llegaron- dijo Emilia sonriendo-

-Si hija, hola- dijo su padre, el señor Martinez

-Hola papá- le saludo con un beso en la mejilla mientras éste entraba a la casa- hola mamá- dijo besándole la mejilla también-

-Hola hija...-dijo la señora Martinez dándo una desganada sonrisa a su hija y entrando a la casa-

-¿Están bien?- preguntó Emilia cerrando la puerta y volviendo a su lugar en la mesa-

-Si hija- dijo el señor Martinez- Carla, querida, debemos decirle ahora- ante el asentimiento de la señora Martinez tomó asiento en la mesa-

-Cierto...¿Qué querían decirme?- preguntó Emilia viendo como su madre se sentaba a un lado de su padre-

-Nos llamaron y debemos hacer un viaje de negocios- inició la señora Martinez-

-Y esta vez tú no nos puedes acompañar- continuó el padre- por lo que deberas quedarte aquí Emilia-

-Esta bien...- dijo Emilia apenada-¿Y quién me cuidará esta vez?

-...Verás...-La señora Martinez hizo una pausa- hija, tendrás que quedarte sola en casa. Cuatro meses

Emilia intentó procesar lo que acababa de oír.

-...¿Sola?...¿En casa sola?

La mente de Emilia comenzó a imaginar miles de escenarios desagradables y terribles que podrían ocurrirle estando sola.

-Si hija...no pudimos encontrar a nadie para cuidarte y debemos marcharnos mañana-dijo el señor Martinez, Emilia continuaba absorta en sus pensamientos- Hija...¿Estás bien?

-Si papá...estoy bien.

Al otro día...

Emilia estaba en el umbral de la puerta, viendo como sus padres abordaban el auto que los alejaría de ella.

-¡Cuidate hija!

-¡No abras la puerta a gente desconocida ¿Ok?!

Emilia asintió.

-¡Si papá!¡Si mamá!

Sus padres sacaron sus manos por la ventana izquierda del auto despidiendose de ella.

-¡Adiós hija!¡Te queremos!

El señor Martinez encendió el motor del auto.

-¡Hija!- chilló la señora Martinez- De verdad...-advirtió- cuidate mucho

-Mamá...-dijo Emilia en modo de "Puedo cuidarme sola", pero muy oculto estaba él "no te vayas, tengo miedo" que quería decirle-

Sus padres se marcharon.

Emilia entró en la casa y cerró la puerta trás ella, quedándose en el mismo lugar, con las manos aún en el pomo.

Un silencio inquietante se formó en la casa.

Un mal presentimiento invadió su ser.

-Solo soy yo y mis paranoias- pensó e intento convencerse.

Lo que ella no sabía, era que ese presentimiento no estaba equivocado.

Alguien no estaba en sus cabales.

Y ese alguien rondaba la casa en ese instante.

§§§§§

Bueno...esta historia se me acaba de ocurrir.

Se que el capítulo es corto y lo siento.

Incluso si una sola persona lee esto, se lo agradezco^^

&quot;Sola&quot; En Casa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora