Dulces sueños

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El tiempo pasó muy rápido, mi mente ya no estaba tan nublada y mis calificaciones eran bajas pero estables, Obe no se acercaba con frecuencia y me encontraba enojado conmigo mismo ya que sin yo quererlo lo alejaba de mi, a finales de febrero comenzaron, sueños borrosos, sueños envueltos en un aire cálido, llenos de alegría y felicidad, no tiene idea a qué se debían pero la sensación era reconfortante.

A pesar de haber pasado poco tiempo los sueños no se fueron, al contrario se hacían más nítidos y la sensación me resultaba aún más familiar, se aproximaban las vacaciones de Semana Santa y me sentía muy nervioso ya que en ese periodo me sería removida una de las llamada "Muelas del Juicio" y tenía el conocimiento de que el procedimiento era doloroso.

La operación resultó ser la parte menos dolorosa de la experiencia, cuando llegó la hora de dormir no pude conciliar sueño alguno y el dolor me resultaba insoportable, para reducir un poco el dolor tuve que recurrir a los analgésicos los cuales me proporcionaron unas pocas horas de descanso.

El insoportable dolor permaneció conmigo durante 3 largos días y comenzaba a extrañar el dormir, pero, al anochecer del cuarto día, el sueño regreso a mi acompañado de lo que parecía uno de aquellos sueños que se habían marchado con la llegada de los analgésicos, solo que esta vez era diferente, todo estaba más claro,  identifique su silueta, de gran altura y ese cabello que era reconocible fuera a donde fuera, Obe.

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