Traicionero...¡CABRÓN! [JeffxJane]

Capitulo 9.

Jane.

Y precisamente me traicionó, cuando yo fui la que estuvo allí cuando el cayo, qué vida la mía.

Se podía escuchar la música desde aquí, Scolinex se había ido desde hace un buen rato, aún estaba mal, precisamente ¿por qué?

Me paré de aquél suelo, y salí de la habitación, Jeff estaba apoyado a un lado de mi puerta

—¿Y bien? ¿Ya mejor?—Dijo jalandome de la mano, sacándome completamente de aquella habitación.—¿Le han dicho que hoy está hermosa?

—Me lo acabas de decir, sonrisas—Dije riéndome.

—Lo sé, my lady—Dijo agarrándome de la cintura.—Baile conmigo.

Y me besó, pero no paramos de bailar. Me robaba besos como si de aire se tratase, hasta que vi que se separó de mi bruscamente.

Y se azoto contra la puerta de su habitación.

—Jeff, ¿estás bien?—Dije acercandome a él.

Cuando estaba lo suficientemente cerca, me jalo de la cintura abriendo su habitación, y entrando conmigo en ella.

—Tramposo.—Dije riendo.

—Tú tramposo.—Dijo besándome.

Entonces le seguí el beso, y él introdujo su lengua, explorando cada parte de mi boca, entonces la temperatura aumento.

Desesperadamente dio un fuerte apretón a mis nalgas, entonces el se sentó en la cama, y yo me puse a horcajadas de él, entonces se quitó su sudadera.

Una de sus manos viajo hasta mi espalda, agarrando el cierre de mi vestido y bajándolo con fuerza, mordiendo mi labio inferior.

Agarró mi sostén y lo desabrocho, entonces atacó mi cuello dejando marcas por todos lados, mientras yo gimoteaba su nombre.

Entonces mi mano fue hacia el cierre de su pantalón bajándolo al instante, dejando ver una notable erección, mi mano empezó a acariciar su miembro (este aún tenia la tela llamada bóxer).

Entonces empecé a frotar mi pelvis con la suya, causando que el diera gemidos roncos.

Jeff sin previo aviso empezó a masajear mis pezones causando que yo gimiera, esto se sentía tan bien, era tan delicioso, joder, en un movimiento imprevisto atacó mi boca con brutalidad mordiendo mi labio inferior, causando que sangrase.

Joder, juguemos pues Jeffrey, mordí su labio inferior haciendo que suelte un quejido, Jeff mordía cada parte de mi cuerpo. Desangrando cada parte de mi.

Aquellas sabanas blancas se mezclaban con la sangre de nuestros cuerpo, sudor. Aquella habitación era una fabrica de gemidos.

Entonces Jeff entró en mi, introdujo su miembro en mi, moviendolo.