IV

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un desahogo inexistente,

sin rima, con los ojos cerrados imaginando una obra,

un reino,

entran todos.

plebeyos, feudos, campesinos, caballeros, sacerdotes,

todos entran por igual clase

a mirar su cuerpo,

una ninfa se perdió en las calles de este pueblo,

murió en la cálida arena,

del ardiente verano,

quemando todo a su paso.

AradiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora