Los momentos más largos...

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Y justo allí, a un paso de cumplir mi venganza... A pocos centímetros del asesino de mi padres, tan cerca de ti, Itachi... Mi mente era un caos, después de tantos años podía sentir su chakra, tan diferente al resto, me sorprendía el hecho de que fuese un chakra tan agradable, no comprendo el por qué, si era el ser más repugnante que he podido conocer, aprendí a odiarte, aprendí a hacerme fuerte con los años con la única intención de vengar a mi clan y verte sucumbir, no mereces ser un Uchiha; aprendí a mentirle a mi cerebro y reprimir todos los recuerdos junto a ti, porque mi hermano mayor ya no existe, ese murió junto a mis padres...

Mi mente pensaba y pensaba sin parar, y aunque no quería aceptarlo, estaba nervioso, nervioso a ese encuentro tan deseado desde hace tantos años, mis manos temblaban y mientras más cerca estaba de aquella cueva mi corazón se aceleraba a mil por segundo... Quería asesinarlo con mis propias manos, la adrenalina se hacía presente en mi cuerpo, alguno de los dos saldría muerto y no tenía pensado ser yo.

Llegaron recuerdos cuando masacró todo mi clan, y después de lo sucedido, las palabras que salieron de su boca, mostrándome un Itachi que jamás conocí, un sinfín de sentimientos se unen en mi pecho, ya desde hace mucho mi Sharingan está activo, mi mirada se afila al recordar todo lo que he sufrido por ti, Itachi... ¡Hoy vas a morir!

Entonces el momento llegó, crucé la puerta y allí estaba él... Sentí como mis piernas no respondían, sentí como se desmayaban, hice caso omiso, debía denotar seguridad, pero ¿A quién quería engañar? Los nervios me consumía, debajo de la capa mis manos se movían inquietas y entonces asumí que la ansiedad por acabar con todo era demasiada... Pisé fuerte y entonces sus ojos se abrieron y fue el momento en que se posaron sobre mí, calando mis huesos, traspasándome como si de una daga filosa se tratase, mi corazón tembló y mis manos sudaron.

– ¿Qué ves con ese sharingan tuyo? – Fue la primera frase que salió de su boca, mientras me miraba con cautela y precisión, sentí como mi corazón casi estalla, y es que aunque no quisiera aceptarlo jamás, estaba feliz por verlo, aunque hoy fuese la última vez.

– ¿Qué veo? Con estos ojos puede ver algo claramente – Respondí, mientras me aproximaba un poco – Itachi, veo tu muerte. – Le dije de la manera más fría que pude simular, mis manos bajo la capa se removían, y mi corazón quería flaquear, debía recordar todo lo horrible que viví para centrarme a qué vine, debía creerme que había venido a matarlo.

Él... Tan sólo cerró sus ojos.

–¿Mi muerte...? – Dijo como sintiendo cada letra de aquella frase. – Entonces... – Pronunció, mientras un acto de genjutsu se hizo presente. – Intenta hacerla realidad. – Terminó de decir, inciando la técnica ilusoria, se sentía tan real que temí. El ataque cuerpo a cuerpo no se hizo esperar, mientras su kunai detenía ferozmente mi espada.

La batalla ficticia continuó y ambos fingíamos que no la notábamos, pues peleábamos con intensidad. –Te has hecho... Más fuerte. – Susurró su clon, mientras se volvían miles de cuervos. Lo sentí tan cerca de mí, que dudé que aquello fuese tan sólo un simple genjutsu

Nuestros ojos se cruzaron cuando noté que estaba sentado en la misma silla desde el principio. Tenía miles de preguntas.

POV Itachi

El día había llegado, sabía que hoy moriría en manos de mi pequeño hermano menor... Desde el momento en que inició su búsqueda podía sentirlo muy cerca, ahora lo veo acá, frente a mi, y debo obligar a mi cuerpo a permanecer estático en aquella silla, pues el impulso de querer abrazarlo es tan fuerte, que preferí cerrar los ojos , sin embargo, cuando se hizo presente, mis ojos se abrieron por si solos, encontrándome con un Sasuke completamente distinto al que recordaba, era todo un hombre, casi tan alto como yo... Sus facciones se habían endurecido, sin embargo, seguía tan guapo y apuesto como siempre, esos flequillos que moldeaban su perfilado rostro... Joder, mi corazón se detuvo y luego palpitó tan fuerte que sentí que estallaría.

No es sólo una ilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora