Imaginas/One shots [Josh Hutcherson.]

Chico misterioso. | Josh Hutcherson.

─¡Pero no quiero ir!─la castaña insistió. Su madre, quien había estado escuchando sus quejas desde hacía aproximadamente 1 hora atrás suspiró cansada.─Por favor, sabes que odio las fiestas, estar rodeada de personas a las que no conozco no es lo mío. ¡Y eso ni siquiera es la peor parte!

─Hija por favor.─insistió la mujer.─Sabes lo mucho que beneficiaría a tu padre el que toda la familia asista. Dará una buena impresión.

─Pero mamá... Estoy segura de que nadie notara mi ausencia.

─Tu padre lo hará. Por favor hija, lo has escuchado. Esta entusiasmado, si las cosas salen bien esta noche, el contrato se firmará. Hazlo por él, por mí.─añadió la mujer con suplica en su voz, supo en el momento que su hija lanzó un suspiro cansino, que finalmente había logrado convencerla.

─De acuerdo. Lo haré, pero si no me siento cómoda me iré. Hablo en serio madre.

La mujer asintió al tiempo que salía de la habitación y minutos más tarde regresó con un hermoso vestido negro y un antifaz a juego. La joven lanzó un gruñido al ver su atuendo, a decir verdad el conjunto era precioso, si embrago su orgullo no estaba dispuesto a ceder. A regañadientes camino hacia la ducha para tomar un buen baño y después comenzar a arreglarse para la dichosa fiesta.

***

─Te ves hermosa hija, de verdad. Creo que debería quedarme cerca de ti en caso de que algún muchacho intente algo.─dijo su padre divertido, la joven no pudo evitar esbozar una sonrisa.

─No deberías preocuparte, no creo que alguien intente algo, y en caso de que lo hagan. Se cuidarme sola.─sonrío victoriosa y tomó el brazo que su padre le ofrecía. Después de unos minutos de charla, se adentraron a la gran casa.

La castaña tuvo que recordarse que estaba en un evento de gala pues de otra manera, habría abierto la boca y mirado cada rincón de la casa con incredulidad. La decoración era preciosa, listones de tonos dorados adornaban el gran techo de cristal, luces doradas adornaban las escaleras y barandales, mientras que arreglos florales estaban dispersos a lo largo de la habitación. Las personas que se encontraban reunidas ahí desbordaba elegancia. Rápidamente la incomodidad se hizo presente y busco con la mirada a sus padres, sin embargo no los encontró, había estado tan absorta en sus pensamientos que ni siquiera noto el momento que sus padres se fueron de su lado. Resignada a pasar el resto de la velada con nada más que su propia compañía, decidió irse a un lugar apartado.

Por primera vez en toda la noche _____ se lamentó de no disponer de la compañía de alguien. Miró con cierto deje de tristeza como la pista de baile se llenaba de parejas que disfrutaban la velada y la compañía mutua. De pronto la sala se llenó de una suave melodía, ____ cerró los ojos disfrutando de la dulce melodía, hasta que una voz la hizo salir de sus pensamientos.

─Señorita, ¿me haría el honor de bailar conmigo esta pieza?─asintió encantada, la voz ronca proveniente del misterioso chico la hipnotizó por completo. Ella dedujo que, pese a que llevaba un antifaz que cubría la mitad de su rostro debía ser muy atractivo. Podía ver su mandíbula angulosa y sus finos labios curvados en una sonrisa. El desconocido le tendió la mano y ella gustosa aceptó. Se dirigieron al centro de la pista y él la tomo de la cintura acercándola, ella por su parte colocó su mano izquierda en su hombro y con la mano libre tomó la de él.

Se estremeció cuando sus dedos rozaron sus manos, miro al desconocido y se perdió en la profundidad de sus ojos verdes con pequeños destellos cafés, sonrío tímidamente al tiempo que seguían el lento ritmo de la balada. Ambos permanecieron en silencio, perdidos en la mirada del otro, parecía que ninguno tenía intención de romper el silencio, y aunque lo hicieran, lo cierto es que no había nada que decir, sus miradas decían a gritos todo lo necesario.

Pasaron horas y horas bailando y riendo, ambos se sentían bien en compañía del otro. Y aunque habían hablado un par de veces, ninguno había revelado nada del otro. Quizá para mantener la emoción del misterio, o por qué por esa noche, ambos se sentían diferentes. Sin embargo el encanto no duró lo suficiente. Para las 11:30 pm la madre de la joven la buscaba desesperadamente por todo el lugar. Cuando por fin la encontró, sintió pena de interrumpir el momento.

─Hija, es hora de irnos.-la llamo tocando su hombro con una sonrisa de disculpa en su rostro.─Tu padre y yo estaremos esperándote afuera. No tardes.

Y se marchó dejando a los dos jóvenes con un sentimiento amargo en el estómago. La joven sonrío con tristeza mientras que imitaba una exagerada reverencia a modo de broma.─Supongo que es hora de irme.

─Eso parece.─respondió él con tristeza. Tomó su mano y depósito un beso en ella, la joven agradeció al antifaz pues de otra manera, hubiera notado su sonrojo.

─¿Te volveré a ver?─pregunto esperanzada. El joven la miró y sonrió abiertamente, fue imposible para la joven no devolverle la sonrisa.

─Ten por seguro que si. Y cuando nos veamos de nuevo, será sin máscaras de por medio.─prometió tomando el rostro de la joven, la acercó lentamente y presionó sus labios contra los de ella. Eran suaves y dulces, tanto que parecían encajar con los de él a la perfección. A regañadientes se alejó de ella y acaricio su mejilla tiernamente antes de alejarse.

─¡Espera!─grito la chica haciendo que él se detuviera en seco para mirarla.─¿Cómo sabrás que soy yo? Ni siquiera sé tu nombre.─esto último salió con más tristeza de la que pretendía.

Sin poder evitarlo el joven corrió hasta ella y la estrechó en un abrazo. Depositó un beso en su mejilla y se inclinó en su oído para susurrarle:─ Solo lo sabré. Lo he sabido toda la noche.─y sin darle tiempo a responder se alejó, esta vez sin mirar atrás.

____ suspiró mientras veía desaparecer al chico entre la multitud. Sin duda esperaría pacientemente cada día hasta que volviera a encontrar a su chico misterioso.

Hola💟 espero que les guste este one shot, la verdad es que a mi me gustó mucho escribirlo, me llego la idea de repente y me gustó.

¡Adioooos!💟