Somos humanos, estamos acostumbrados a vivir en un ritmo constante. Nuestros días pasan en patrones iguales, por lo tanto es normal sentirnos emocionados o atentos a momentos que cambien nuestra manera de ver ciertas cosas.
Cumplimos con tareas básicas, convivimos con personas indispensables cada día, y durante toda nuestra vida, nos vemos obligados a tomar ciertas decisiones, desde la ropa que vamos a usar para ir al colegio, hasta el número de hijos que queremos tener. Todas éstas pequeñas o grandes decisiones se van enlazando para guiar nuestra vida.
A mis actuales 17 años no puedo asegurar que una decisión en particular haya cambiado mi vida y la haya podido transformar en una que no habría sido ni siquiera parecida a que tengo ahora, pero (aquí tengo una escencia de sentimientos dobles) me gusta creer que ciertas cosas tienen que pasar, no sé si quiero llamarle destino, pero creo en las decisiones de la manera en que alguien cree en la incercia o en la ley de atracción.
Hoy mismo estaba viendo una película que personalmente me gustó mucho ''About time'' y, si no han tenido la oportunidad de verla les doy un pequeño resumen: En una familia inglesa, todos los varones tienen la habilidad de viajar en el tiempo al pasado, la cual mantienen en secreto, Tim (el protagonista) entiende que es importante usar ésta habilidad sólo para cosas verdaderamente importantes, y comienza su búsqueda al amor. En todo este trayecto, cuando conoce al amor de su vida, cuando pierde a personas queridas y cuando enfrenta situaciones difíciles (muy humanas), se da cuenta de que prefiere vivir cada día y disfrutarlo plenamente, que volver a vivir los momentos que ya disfrutó una vez. Creo que es bastante actual la idea de ''aprovecha cada día como si fuera el último'' y por supuesto que estoy totalmente de acuerdo. Sin embargo creo que se ha perdido el sentido más puro de ésta manera de ver la vida. De verdad me di cuenta y tuve la oportunidad de vivir y reconocer uno de esos momentos que nos impulsan a mejorar nuestra manera de ver ciertas cosas y que alimentan nuestra inspiración.
Quisiera que todos fuésemos participantes de ésta gama de emociones, que nos inspiremos siempre y que de verdad pensemos en todas las personas que forman una parte importante en nuestra vida, que mejoremos nuestra relación con ellos, que aprendamos a agradecer su compañía y que las disfrutemos lo más que podamos, que busquemos en cada lugar aquello que más nos agrada y que nos hace sentir agradecidos que estar vivos, en ese momento, con aquellas personas. Quisiera que aprendamos a apreciar nuestra propia presencia, que valoremos nuestros pensamientos y que guardemos nuestras ideas. Quisiera que aprendiéramos a amar cada roce, cada respiración, cada momento, cada brisa, cada persona y cada minuto que tenemos con vida. Quisiera sentirme plenamente viva y quisiera sentir eso siempre.
