Te beso de pies a cabeza; te llevo al cielo o al infierno, tú decides...
Me enfrasco en vos como el sol entre las hojas. Te derrito el deseo, con ardiente pasión. Mis manos te esculpen en el frenesí encuentro de nuestros cuerpos... Me bebo poco a poco tus besos, ésos, que me emborrachan en completa lujuria.