He querido follarlo desde que cumplí diecisiete. O más bien, he querido que me folle desde que cumplí diecisiete.
Sin embargo, me interesé en él mucho antes, supongo... en realidad fue en el momento en que aprendí sobre sexo y todas las cosas estupendas que podía hacer con mi coño. Como tener una polla empujando en él. O dedos. O un consolador.Siempre he encontrado maneras creativas de saciar mi curiosidad lasciva. Y ahora, a los dieciocho, todavía quiero hacer cosas indecentes con el Sr. Henderson, mi necesidad volviéndose más fuerte cada vez que él se pasa por mi casa.
El Sr. Logan Henderson es el mejor amigo de mi padre y un compañero del ejército de hace mucho. Mi papá dimitió a su nombramiento hace años, pero el Sr. Henderson había permanecido, haciendo toda la cosa de comando especial. Es todo un macho, como pintura de cara negra y andando a hurtadillas en medio de la noche para matar a tipos malos. Es capaz de sobrevivir únicamente a base de césped e insectos o algo así.
No es guapo para los estándares de hoy... no es un hombre larguirucho en vaqueros ajustados y toda esa cosa andrógina de ahora. Es varonil y simplemente hay algo en él que me hace humedecer cada vez que está a un brazo de distancia, causando que mi cuerpo tiemble con necesitad. Quizás es su cuerpo musculoso y tonificado, sus ojos fundidores-de-alma o su enorme polla (la que fácilmente puedo reconocer cuando viste su traje de deporte). De cualquier manera, quiero saltar sobre sus huesos. De verdad.
Por supuesto el Sr. Henderson no está interesado en mí. O al menos pretende que no lo está.
Para él, solo soy la niñita de su mejor amigo. Aunque en los últimos cuatro años he crecido de una figura plana a una mujer joven plenamente desarrollada. Tengo un par de pechos firmes de copa D que adoro acariciar y toquetear cuando me masturbo y un culo bien formado que todas mis amigas envidian. Los chicos siempre quieren agarrar mi trasero, y los pervertidos más viejos no pueden quitar su mirada de él cuando camino cerca. No soy una zorra, pero me gusta tentar. De acuerdo, quizás eso me empuja más cerca a ser un poco zorra, pero soy muy selectiva sobre con quién duermo. No follo a perdedores y siempre he estado interesada en hombres mayores.
¿Qué puedo decir? Son más experimentados en la cama. Hay más en el sexo que sólo clavar tu polla en un agujero húmedo y empujarla adentro y afuera. Ellos saben cómo comer a una mujer apropiadamente, cómo hacer que una ronda de sexo dure hasta bien entrada la noche. A diferencia de algunos chicos que he follado. Unos cuantos empujones y se vienen sobre mí. Ugh. Y el Sr. Henderson, el objeto de mi deseo, es el único que parece que no puedo atraer para jugar al trencito dentro de mis bragas.
Pero eso no me detiene de quererlo.