Ella no llegaba a la función.
Se puso nervioso, al igual que siempre cuando veía su sonrisa en la mañana a primera hora.
Tal vez ellos no estén hechos el uno para el otro. Pero si tan solo se dieran una oportunidad... Todo cambiaría. El le demostraría lo mucho que la ama y lo feliz que la puede hacer, pero algo se lo impedía. Algo extraño dentro de él le decía que simplemente no funcionaría, y otra parte más en el fondo, le gritaba desesperadamente: " ¡ESA CHICA ESTÁ HECHA PARA TI! ". Él no sabía a que lado hacerle caso. Le gustaba la adrenalina que sentía siempre que la tocaba y viceversa. Y no me refiero a un toque vulgar. Me refiero a cada vez que la rozaba cuando ella lo ignoraba sin razón. A cada vez que la abrazaba sin querer soltarla nunca, y la mejor sensación era cuando ella le devolvía el abrazo. El roce de sus labios y las cosas que pasaron juntos cuando hablaban día y noche. Él extrañaba eso... Algo había cambiado y no se explicaba qué era. Pero su mente y su corazón sabían que las cosas no acabarían tan fácilmente.