Estaba a punto de abordar mi avión, aquél que me llevaría a Los Ángeles, aquél que me haría olvidar todo lo que ocurrió en este par de años en Seúl, en especial, aquella noche:
«Un toque a la puerta.
Dos toques.
Tres toques.¡¿Quién demonios toca la puerta a la 1:57 AM?!
Me levanté aún adormilada de mi cama, amarré mi cabello en un moño semi-decente y me acerqué a la puerta. Abrí y me encontré con un Kibum ¿borracho?.
—¿Kibum? —pregunté frotando mis ojos creyendo que era una ilusión de mi subconsciente.
—¡Oh, _____! —exclamó feliz.
—¿Estas borracho? ¡¿Cómo demonios has llegado aquí, en este estado?!
—No estoy borrachoooooooo —dijo alargando la O, y seguido, soltando una risa —Estoy tan feliz, mi pequeña ______.
Me estremecí. Él no solía decirme "pequeña", solo... a ella, a sus conquistas, sus amantes, pero nunca a mí. Sus piernas flaquearon, se colgó de mí para poder conservar el equilibrio.
Bufé.—¡Yah! ¡Kim Kibum!
Por arte de magia, retomó la compostura y sonrió estúpidamente, haciendo que mi corazón latiera apresurado.
—¿No me invitarás a pasar? —preguntó, aún, con su amplia sonrisa. Me moví de la puerta para dejarlo pasar. Estaba borracho y no iba a dejar que regresase a casa en ese estado, y menos a esta hora.
—No voy a dejar que te vayas, Kim. Puedes dormir en el sofá... iré a buscar una manta.
ESTÁS LEYENDO
Diecisiete letras • Key OS •
Fanfic«Se había ido, porque yo se lo había pedido. Entonces supe que esa iba a ser la última vez que lo vería». → SHINee Kim Kibum → One Shot