Cápitulo 19

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Una vez terminando de preprarame mental y emocionalmente, salí del coche y casí me desmayo.

¿Que m*erda esa ocurriendo aquí?

Mi mandíbula literalmente cayó al piso debido a la sorpresa.

Creo que me va a dar un patatús.

-Estás pálida, ¿Qué ocurre linda? –Me pregunto Harry confundido.

No sé, quizá no sea buena idea decirle que estamos aparcados en el patio de mi maldita casa.

¡Mi-maldita-casa!

Juro que voy a matar a Louis.

-Mhhh ¿Yo? Pfffft, nada. –Fingí una sonrisa nerviosa.

Me miró con el ceño fruncido no muy convencido .

-¿Segura que no ocurre nada? –Elevó una ceja.

-Sí, no te preocupes, mira; Tengo unos asuntos que resolver, te veo luego ¿Sí? Y... No te emborraches. –Pronuncié rápida y nerviosamente y me volteé lista para adentrarme en mi casa dispuesta a castrar a Louis, cuando me tomo de la muñeca suavemente y me atrajo hacia el.

-No lo haré, solo por ti. –Sonrío.- Por cierto, Sí necesitas ayuda, no dudes en llamarme, hermosa. –Me besó la frente y se retiro.

Una vez que se fue sonreí para mi misma, No Harry, tú eres hermoso.

{...}

Tragué saliva fuertemente y me prepare mentalmente por duodécima vez en el día.

Debía entrar a mi propia casa y hacer algo respecto a esta maldita fiesta con gente borracha  teniendo relaciones sexuales por todos lados, la música demasiado alta para mi gusto, demasiado alcohol,etc..., ya saben, una típica de fiesta de adolescentes hormonales, ¿La diferencia? Es que esta es mi casa y sí mis padres se enteran sería buena idea ir planeando mi funeral.

Entre a casa con solo un objetivo en mi mente; Louis, el lo empezó, el es el único que lo puede acabar.

Lo peor de todo era que toda la gente que odio están aquí; los de mí escuela.

Al instante que entré muchas miradas se posaron en mi, percibí unas de odio, unas de aprobación, unas de sorpresa, unas de deseo... Que asco.

Ignoré cada una de esas miradas y mire a mi alrededor, mi casa estaba hecha un asco, lo cual hizo mi sangre hervir.

Cabe destacar que la fiesta era bastante legítima; había un bartender, una pista de baile, decoración, y todo eso... Y por  lo menos "mi querido amigo Louis", tuvo la decencia de guardar todos los objetos valiosos.

Subí a el segundo piso y me dirigí a uno de los balcones el cual estaba vacío y empecé a frotar mis sienes frustrada pensando en exactamente que debía hacer.

Luego de unos cuantos minutos analizando la situación, escuché unos pasos detrás de mí, volteé lentamente y en mi panorama apareció justamente la persona que andaba buscando.

Al verlo diferentes pensamientos aparecieron en mi cabeza, pensamientos como conseguir un cuchillo e insertárselo en el ojo, quemarlo vivo, y otras cosas realmente sádicas, verlo ahí, parado, con una estúpida sonrisa de eficacia reflejada en su malditamente bellísimo rostro me daba tanta furia e impotencia y unas infinitas ganas de darle una patada en los genitales hasta dejarlo estéril, pero al mismo tiempo verlo ahí, con una camisa blanca de manga larga que lo hace ver jodidamente irresistible; arremangada y con los primeros tres botones desabotonados, pantalones negros que se ajustan perfectamente a sus piernas, su cabello prolijamente peinado hacia arriba, su nariz, sus cejas, su ojos, su boca, su todo, me provocaron unas infinitas ganas de besarlo hasta que me asfixie por la ausencia de oxige...

Hurtful Love  <<zourry>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora