Detrás de la puerta había un chico; era alto, moreno de ojos azules, la verdad me impresiono mucho.
- Who are you? - Dijo el chico al abrir la puerta.
- I... We are Spanish.- Le respondió mi padre.
- Oh españoles! Benjamin, come here quickly! - Dijo el chico.
"¡Dios, sabía hablar español!"(Pensé)
- What, Nicola?
De pronto, apareció un chico de la misma altura más o menos que el otro, pero este, era rubio, y también tenía los ojos azules. "Valla dos ejemplares..." (Pensé).
- Benjamin, they are Spanish!- Dijo Nicola.- Hi, mi nombra is Nicola and el is mi hermano, Benjamin, sorry but my Spanish...
- Hi, i am Lucía and he is my dad Marcos.
Por fin había armado fuerzas para hablar, habría tenido que intervenir de todas formas, el ingles de mi padre no es muy bueno que se diga.
- That's cake?- Dijo Benjamin.
- Yes, it takes a piece.- Le respondí y al instante cogí un trozo y se lo dí. En el momento en el que nuestras manos se tocaron, sentí un escalofrío por todo el cuerpo, él creo que sintió lo mismo, por que nos quedamos con la mirada fija el uno en el otro, hasta que su hermano nos "interrumpió".
- Me puedes dar una cacho?- Dijo Nicola.
Al decirme esto, cogí otro cacho y se lo di, el me agarro la mano y me dijo:
- Thanks Lucía.
- You' re welcome.- Le respondí y me soltó la mano.
- Lucía, se ha echo tarde, nos tenemos que ir.- Dijo mi padre mirando la hora en el reloj y continuo - despide te y nos vamos.
Y así hice, me despedí de los hermanos finlandeses y entré en casa, donde mi madre nos estaba esperando con la cena ya echa.
- Hola, ¿que tal con los vecino?- Dijo mi madre.
- Genial...- Respondió mi padre.
- Papá,no mientas. Solo nos han abierto los vecinos de en frente.- Dije.
- Ya, ya me he dado cuenta al ver el bizcocho.- dijo mi madre un poco decepcionada y prosiguió- Lucía, duchate y ven a cenar, y rápido que si no enfría la cena.
Yo obviamente hice caso. Subí a mi cuarto, cogí el pijama y entré en el baño.
Me desnudé, abrí el grifo y me metí debajo del agua ardiendo. En ese momento, me vino el nombre de el vecino a la cabeza. Cuando acabé de ducharme, me puse el pijama y me dirigí a la cocina a cenar.
Mientras cenábamos, mis padres estaban hablando de sus cosas, y yo como siempre, sumergida en mi mundo. Al acabar, recogí mi plato, me despedí de mis padres y me fuí a mi cuarto.
Al entrar vi mi móvil, 22:27, la verdad, si se nos había echo tarde. Al principio, pensé en editar fotos, pero al final me decanté por irme a la cama. Tenía ganas de que por fin el día terminase, y así hice, dejé el movil en el escritorio, apagué la luz, y una vez más, me sumergí en mi mundo.