"Por favor, dejale ir"

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--Nathaniel--

Me encontraba tranquilamente sentado en el sofá de Castiel, jugueteando con el móvil mientras él sacaba de paseo a Demonio. Todo iba como siempre, yo revisaba las redes sociales mientras veía la tele, era Domingo y ya había terminado todos los informes y el papeleo del instituto. Se podría decir que el Domingo era como mi día libre. Aunque Castiel trate de distraerme y violarme a todas horas.
Bloqueé el móvil y lo dejé en mi pecho centrando la atención en la pantalla del televisor, estaban echando unos dibujos animales sobre gatitos, era bastante entretenido la verdad. De repente noté como mi móvil vibraba sin cesar sobre mi pecho, lo cogí y vi que me estaban llamando, era número desconocido asique no sabía quien podría estar llamándome, aunque de cierto modo el teléfono me sonaba bastante.

-¿Diga?
-¡Nathaniel! ¡Hermanito! ¿Cómo estás?
Reconocí la voz enseguida, era mi hermana, trague saliva nervioso y asustado recordando sin poder evitarlo todos aquellos malos años en aquella casa.
-¿Que quieres Amber?

-Oye, ¿no puedo llamar a mi hermano sin necesidad de querer que hagas algo por mi?

-Creo que ambos sabemos la respuesta

-Vaale de acuerdo, pero no quiero nada para mi, quiero... Ya sabes, pedirte disculpas por todo lo mal que te he tratado. Pero no quiero hacerlo aquí, por teléfono, de una forma tan fría. ¿Qué te parecería quedar en casa o en un restaurante cercano? Papá y Mamá se han ido de viaje y estoy sola, asique no te preocupes por ellos.

Medité durante un tiempo mi respuesta. ¿Quería reconciliarme con ella? Parecía realmente arrepentida sobre todo y que realmente quería pedirme disculpas.

-Bueno vale...¿cuándo?

-Wiii!-soltó un pequeño gritito- ¿Pues que te parecería esta noche?

-De acuerdo

-Pero no puede venir Castiel, Nathaniel.

Me quedé un poco paralizado ante eso, no podía llevar a la única persona que me protegería. Aunque en el fondo lo entendía un poco, ella estaba muy enamorada de mi pelirrojo y si le llevo le haría daño

-De acuerdo.

Después de un rato de comerme la cabeza sobre si había hecho bien aceptando por fin oí el sonido de la puerta y el repiqueteo de las patas de un perro. Levanté la mirada y ahí estaba Castiel con un cigarro casi terminado en la boca soltando a Demonio de su correa, en cuanto el perro estuvo suelto vino corriendo hacia mí, le sonreí al animal y comencé a acariciarle, es verdad, siempre he sido mas de gatos, pero este perro era un cielo.

-¿Donde estabas Castiel? Has tardado como media hora

-Que bonito Nath, al perro le acaricias y a mi me hechas la bronca, yo también te quiero-le dio una larga calada al cigarro terminándoselo y echando el humo lentamente por la nariz.

-¿Que te he dicho de fumar?

-Lo siento mamá

Dijo el pelirrojo rodando los ojos y dirigiéndose a la cocina para apagar la colilla en el cenicero. Me levanté entrando a la cocina y abrazándole por la espalda cariñosamente
-Castiel esta noche no ceno en casa

Le susurré cariñosamente, él se giro y me abrazó por la cintura permitiendome enterrar el rostro en su pecho y me dejó un beso en la sien

-¿Y eso?

-Bueno, Amber me ha invitado a cenar, dice que quiere arreglarlo todo entre nosotros

-Nath...sabes que no deberías, esa rubia y toda tu familia entera no te ha hecho ningún bien nunca. Puede que trame algo

Me contestó el ojigris con cara de preocupación, le sonreí y moví mis manos de su cintura a sus mejillas acariciando estas suavemente con los pulgares

-Tranquilo, si algo va mal te llamaré.

Le di un suave beso en los labios

-De acuerdo, pero cuando vuelvas sabes lo que toca ¿no?

Me sonroje bastante frunciendo el ceño
-Pero el lubricante lo elijo yo

-De acuerdo- el pelirrojo rió.

∆∆∆~Horas mas tarde~∆∆∆∆

Andaba nervioso por las calles de la ciudad, observando todo a mi alrededor mas atento que nunca, puede que Castiel tenga razón y planea algo, aunque por otro lado estamos hablando de mi hermana, aquella que si se parte una uña comienza a llorar. Suspire y cerré los ojos por un momento, dejando que la brisa meza suave y delicadamente mi pelo, dándome un sentimiento de alivio por unos segundos. Abrí los ojos y ahí me encontraba, un restaurante cercano a la casa de una de las mejores amigas de Amber, fijé mi mirada en el interior del establecimiento y ahí se encontraba mi hermana, tan arreglada como siempre. Respiré decidido y entré en aquel bar. En cuanto me senté en el asiento de enfrente suyo ella sonrió, algo que removió algo en mi interior.

-Hombre Nathaniel, ¿cuánto tiempo no crees?

-Bueno si... Pero supongo que entenderás la razón de mi ida, no soportaba esa casa, no por mas tiempo.

-Tranquilo hermano lo entiendo, yo no tengo planeado irme de ahí todavía, supongo que papi me trata bien.

-Que suerte...

Susurré desviando la mirada hacia otro lado. El camarero vino y nos tomó los pedidos, la cena transcurrió tranquila, entre formalismos, Amber ligando con el camarero en cuanto podía y mi desesperación. Me había tocado a mi pagar la cuenta después de todo, aunque ella antes de poder irnos pidió dos copas de vino, las cuales pagó ella, extrañamente.

-Este es el brindis de despedida Nath, espero que no se te haya olvidado

-C-Claro que no...

Cogí mi vaso de vino ( he de decir que no soy de beber alcohol) y bebí junto a ella. Puse mi sonrisa mas falsa y verdadera a la vez y dejé la copa en la barra.
Pedí el control de mi mente por unos segundos y me comencé a sentir mareado. La rubia se apresuró a sacarme del lugar y a apoyarme en una pared cercana.

-¿Nathaniel te encuentras bien?
Preguntó sin voz de estar preocupada

-N-No realmente...¿Amber que llevaba esa copa...?
Cada vez perdía mas el control de mi mismo

-Nada~

Y noté como todo mi cuerpo se caía y lo veía todo blanco, me desmayaba.

--Castiel--

Me encontraba dando vueltas por la habitación removiéndome el pelo nerviosamente

-¡Joder Nathaniel! ¡Ya son las once! ¿Dónde cojones estas?
Un móvil vibró en mi bolsillo y lo cogí con velocidad de vértigo

-¿Nathaniel?

-Nope, te has equivocado-contestó la rubia al otro lado del teléfono.

-Amber...¿qué haces con el teléfono de Nath?

-Bueno...Nath ahora mismo se encuentra indispuesto~

-Amber... Por favor no le hagas daño...dejale ir...-Supliqué notando un vacío en mi pecho.

Nathaniel X Castiel/El Gato Y El Lobo (En Proceso De Nuevo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora