Parte III

5.3K 291 169
                                    


Parte III


Quize hacer algo diferente, van a narrar ambos. Pero al mismo tiempo, así que Marinette va a narrar en cursiva, y Adrien en negrita.

Y si sale así. Es porque ambos están narrando (piensan o hacen, u opinan lo mismo).

-------------------


—Ah... gato pervertido.


—Uy, no me digas—esa sonrisa traviesa que no te inspira confianza... adoro cuando la Marinette juguetona y sensual sale a relucir en todo su esplendor.


Nos miramos a los ojos.


Puedo ver lujuria, puedo sentir como su cuerpo reacciona ante el mío. Nuestro roce, mis manos acariciando cada centímetro de su piel. El calor que emite, el sudor que corre por su cuello y se desliza a través de la curva se sus senos, por el esternón.


Su cabello despeinado por el juego involuntario que comenzaron mis manos. Su respiración agitada. Su mirada libidinosa... podría acostumbrarme a esta vista tan panorámica.


Capturo sus labios y ese ya muy familiar frenesí de sabor e innombrables sensaciones aparece. Ese vaivén de nuestras bocas al moverse acompasadamente, ese roce, ese delicioso masaje que empiezan a darse nuestras lenguas.


Gime, eso logra provocarme más.


Muerdo su labio inferior, quiero hacerlo gruñir.


Una sonrisa de seguro se ha plasmado en mi cara. Seguida de una risotada.


Estoy a punto de lograr mi objetivo, así de lograrlo.

Pero la que termina gruñendo soy yo.


¡¿QUIÉN?! Decimos los dos al mismo tiempo. Están a punto de derribar la puerta.


Me levanto del sofá y escucho que mi amado gruñe. Voy directo a la puerta, pero


—Eh, princesa... no creo que sea conveniente recibir a alguien así—eso es mío, no dejare que nadie lo vea.

Ella frunce el ceño, me rio y hago un ademan para que se mire al espejo.


¿En qué momento me quede en ropa interior?

Maldito Adrien.


Busco lo primero que veo por ahí, y con lo primero me refiero a su camisa de botones blanca. Abrocho cada botón a la mayor rapidez que me dan los dedos y cuando termino lo único expuesto de mi anatomía son las piernas.


Mi pelo, mi pelo es... casi decente.


Never In a Wildest Dreams | LadyNoirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora