42. Corre Lubo corre.

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*POV LUBO*

Abrí los ojos y mi cabeza estallaba del dolor.

Moví la cabeza y me encontré con Mahia y las Valentinas durmiendo como si no hubiera mañana.

- ¿a dónde vas? - escuché que hablaron mientras me levantaba sigilosamente, giré mi cabeza y ví a un Matt adormilado. Le hice señas de una botella en mi boca y asintió con una risita.

Salí de la carpa y giré sobre mis pies para poder observar mejor lo hermoso que se veía el campamento de mañana; lo único que se escuchaban eran los pajaros en las copas de los árboles.

- Qué sonido tan relajante - susurré mientras agarraraba una manta y la espandía en el piso para poder acostarme y mirar el cielo.

(...)

Un grito desesperado me despertó haciendome sobresaltar y pararme rápido para ver que era lo que estaba pasando.

Ví a todos los chicos que corrían hacia los árboles para treparse a ellos.

- CORRE LUBO CORRE - me gritó Jack J y no se de dónde saqué la fuerza pero en un abrir y cerrar de ojos me encontraba trepándome al mismo árbol que Ethan.

- ¿que está pasando? - pregunté mientras me recomponía.

- estamos jugando - respondió tranquilo Ethan y juro por Shawn que es lo que más quiero en la vida que si hubiesemos estado en tierra firme me tiraba arriba de el y lo golpeaba.

- ¿QUÉ? - grité para que todos me escucharan y así fue.

- ¿Lubo estás bien? - preguntó Shawn y lo miré mal.

No lo pensé dos veces y baje de un salto al piso, los demás también bajaron luego de unos minutos.

- ¿PORQUE ME DESPERTARON DE MI HERMOSO DESCANSO SOLO PARA CORRER Y SUBIRNOS A LOS ÁRBOLES SIN QUE PASARA NADA DE VIDA O MUERTE? - grité desesperada.

- Les dije que iba a reaccionar así - susurró Vics y los chicos la miraron enarcando una ceja.

- Estabamos jugando no es para tanto - dijo Twan y lo miré enojada.

- Al diablo imbéciles - respondí para luego darme vuelta e irme no se a donde.

En el camino hacia no se donde me encontré con Dylan.

- ¿buenas? - preguntó y sonreí falsamente. - okey , malas - se respondió solo y reí fuerte. - ¿a donde vas?

Tomé una bocanada de aire y cerré los ojos mientras contaba hasta diez.

- No sé - respondí sin ganas y me abrazó.

Al principio no entendí el porque del abrazo pero luego se lo correspondí.

- de nada - habló y volví a sonreir aunque esta vez con ganas.

- ¿que haremos hoy? - pregunté cuando estabamos llegando a un puente de madera que unía dos montañas.

- fogón - dijo y grité de la emoción haciéndolo girar sorprendido.

- lo siento - me disculpé y el rió.

- será divertido - dijo llegando nuevamente al campamento.

- lo será - respondí.

THEY «Magcon and Og» || Primer libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora