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La clase se vio interrumpida por una extraña y divertida melodía. El profesor dejó de hablar y, al igual que todos los alumnos, comenzaron a buscar con la mirada el origen de ésta.

Julieta sabía de dónde provenía y en ese momento deseó que se abriera un agujero debajo de sus pies y que la Tierra se la tragara.

La canción Barbie girl procedía de su celular, anunciándole una llamada entrante. Había estado esperándola durante toda la mañana, pero no podía atender frente a todos sus compañeros, así que cortó.

Cuando levantó la vista, todos continuaban con sus ojos pegados en ella; algunos sonreían divertidos por la situación y otros hablaban sobre la peculiar canción.

—Les prometo que, para la próxima, cambio el tono —comentó rogando que el profesor continuara con la clase.

—Se lo agradeceríamos mucho —ironizó despertando algunas risitas. Luego continuó con el tema que estaba dando.

—¿A qué se debe que tengas esa canción? —le preguntó divertida su compañera de banco.

Julieta hizo una mueca recordando el motivo.

—Perdí una apuesta con una amiga. Apostamos el resultado de un partido de futbol y... perdí. Igual creo que desde un principio su intención fue hacerme pasar vergüenza porque fue ella quien me llamó —le dijo mirando la pantalla.

—Están locas —rió bajito la de al lado y volvió a prestar atención a la clase.

Julieta le envió un mensaje a Sol para invitarla a almorzar en su casa y que le avisara a Pablo para que también fuera. Necesitaba hablar con sus amigos sobre lo que había ocurrido esa madrugada y no creía poder aguantar hasta más tarde.


***


Esa mañana, Sol había decidido dormir hasta tarde y, cuando despertó, se encontró con varios mensajes de Julieta. Aquello siempre había sido una señal de alarma, así que decidió llamarla sin perder tiempo leyéndolos; lo más probable era que su amiga ya estuviera colapsando de los nervios y la ansiedad. Pero no recibió respuesta y eso la obligó a entrar a leerlos... con bastante temor.

>Tengo que contarles una cosa súper mega genial que me pasó hoy :o

Había una pausa de cinco minutos. Esos cinco minutos eran el intento fracasado que había hecho Juli para generar intriga. La impaciencia era un rasgo que siempre la había caracterizado y aquello resaltaba en la catarata de mensajes que le seguían al primero.

>Creo que tengo un admirador secreto :O :O

>ME ESCRIBIÓ UNA CARTA :O

>Bueno, una carta súper cortita.

>Pero el punto es que TENGO UN ADMIRADOR SECRETO :O :O

>Esto es incredibilidicimo!!!

>Ok, eso no existe pero mi admirador si :O

>LLAMENME QUE MUERO DE IMPACIENCIA NECESITO HABLAR CON USTEDES POR FAVOR DESPIERTENSE Y HABLENME QUE SI NO VOY A EXPLOTAR

>Hablenme :)

Demasiados mensajes. Demasiada emoción. Definitivamente Julieta estaba en un ataque de crisis agravado con exageradas muestras de emociones.

Al ratito recibió el mensaje donde los invitaba a almorzar a su casa y supo que lo mejor era ir antes de que su amiga colapsara.

Se levantó y comenzó a vestirse para llegar a tiempo. Aun no podía creerlo. Julieta, la que había tenido cinco novios, los cuales ninguno había siquiera rozado el romance; ahora tenía un admirador secreto. Era una deducción demasiado apresurada, parecía sacado de una película de Disney... Pero era imposible negar que empezaba a sentir envidia.

Notas en la madrugadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora