Durante la comida me senté con Carmen y otras amigas. No les conté nada, como me había pedido Ignacio, ni siquiera del viaje. Porque no les quería quitar la ilusión de la fiesta, por lo que se veía todo el mundo se había enterado y a todas les apetecía mucho, sobre todo porque iban a venir la mayoría de nuestros familiares y compañeros a vernos.
Después de la comida, volví con Ignacio al entrenamiento, pero esta vez no fue nada de bailes. Por la tarde nos dedicamos a los deportes: futbol, equitación, baloncesto y tenis.
A las cinco y media dejamos el entrenamiento y mi instructor, de vuelta a mi habitación, me interrogó sobre mi vida personal.
Le conté mi infancia, mis intereses y hobbies y cosas como el color o la comida preferidos.
-Bueno ahora me toca a mí. - me aclaré la garganta y comencé el interrogatorio - ¿Color favorito?
- Azul
- Comida favorita
- Sándwich especial de las cocinas del palacio del reino siete.
- Madre mía, sí que lo tienes fichado, espero probarlo cuando lleguemos allí – soltó una carcajada – bueno, ¿mayor secreto?
- me gusta.... No te lo voy a decir, sino no sería un secreto
- va...le
En pocos minutos llegamos a mi habitación y me quede con muchas preguntas en la cabeza. Pero decidí preguntárselas en el jet.
El resto de la tarde la pase ordenando el armario después de haber hecho la maleta. Decidí meter el misterioso paquete en la maleta y comprobé lo que decía la nota:
CUANDO LEAS ESTO ESPERA UN DIA Y MEDIO A ABRIRLO, POR FAVOR
No sabía de quien era, pero al ver la hora, 19:15, en el reloj de la mesilla decidí prepararme para la fiesta.
En cuanto empecé a buscar un vestido en el armario alguien llamo a la puerta:
- Sofi, soy Carmen, vengo para prepararnos para la fiesta.
- Entra, entra - antes de que entrara metí rápidamente la maleta bajo la cama y seguí con la búsqueda - tengo un problema, no encuentro nada.
- Déjame a mí. - después de cinco minutos de búsqueda intensiva, Carmen encontró un vestido y lo sacó- si es que necesitas a una experta.
- Sí, oye, por cierto, felicidades adelantadas - le dediqué una sonrisa que ella me devolvió con amabilidad - es que, aunque todavía no sea el momento sé que en la fiesta no voy a tener tiempo
- Igualmente - nos dimos un largo y reconfortante abrazo y nos pusimos manos a la obra.
Mi vestido era largo y rojo. Era un poco más corto por delante de tal forma que se me veían los pies, bueno, las sandalias doradas con tacón. Carmen me hizo una trenza en forma de corona y le puso unas horquillas con margaritas para que parecieran flores. Para terminar, me puso un poco de colorete, me pinto los ojos y me hizo una estupenda manicura
Ella en cambio llevaba un vestido corto, por encima de la rodilla, azul marino que tenía un escote en pico y que en la cintura tenía una fina franja de color amarillo fosforito. Le hice un moño trenzado y se lo recogí con dos horquillas enormes que llevaban un clavel. Para finalizar le hice una pedicura y le maquille y además le preste unas sandalias azules que iban perfectamente a juego con el vestido
Antes de dirigirnos hacia el salón de baile nos hicimos unas fotos con los móviles que nos habían regalado el año anterior y finalmente después de una hora de preparación nos dirigimos hacia la fiesta
La fiesta era en la sala de baile, la habían decorado con una bola de discoteca en el medio y la pista de baile ocupaba más de la mitad de la sala. En uno de los alteares de la habitación había tres mesas llenas de comida de todos los lugares conocidos del mundo. En el lado opuesto unas grandes puertas estaban abiertas y daban a una terraza donde una fuente echaba agua de colores y una pequeña orquesta tocaba música de Beethoven.
Para no aburrirnos con música clásica la reina ha preparado una mesa para el DJ.
No había llegado nadie, todavía quedaba media hora
Salí a tomar el aire y por primera vez en todo el día me vino a la mente el beso, el que me había dado Ignacio y que después me había pedido que no se lo contara a nadie.
No sabía por qué me había besado, pero pensaba preguntárselo en cuanto tuviera oportunidad.
- Hola - "hablando del rey de roma..."
- ¿¿Qué tal??
- Yo muy bien, ¿has terminado de hacer el equipaje?
- Sí - "vale hora mismo no se lo voy a preguntar!" Que corte – Oye yo, te tenía que decir una cosa
-Dispara
Entonces, como por arte de magia me miró a los ojos e instintivamente se mordió el labio y se revolvió el pelo. En ese momento me vino el recuerdo de su beso a la mente y como lentamente sus labios habían rozado los míos antes de irse y volvió a revolverse el pelo. Ese gesto era muy familiar para mí pero en ese momento no se me hacía familiar por el hecho de que mi hermano lo hacía continuamente, sino de otro momento, otro lugar, y no sabía de cuál.
-Sofía, ¿piensas decírmelo, o vas a seguir debatiendo en tu interior?
- ¿Qué? ¡A, sí! – y entonces, cuando estaba a punto de preguntarme por a razón del beso, mi lengua se disparó: - ¿nosotros no somos familia, verdad?
-¿Qué? Me esperaba otra pregunta – se volvió a revolver el pelo, ese pelo rizado y castaño que cada vez me gustaba más. – bueno, respondiendo a tu pregunta: no, no somos familia. ¿Acaso te preocupaba?
-No, era solo eso
Me levanté pero me cogió del brazo muy ágilmente y me volvió a sentar en el banco, aún más cerca de su traje.
-Sofía, yo...
-Ignacio... - decidí poner fin a la conversación, estaba empezando a llegar gente – ya hablaremos de ESO en otro momento, además, mañana vamos a ver a Ana, no sé si querrás hablar con ella.
-Vale, pero, ¿tú no has oído nada en las revistas de cotilleos?
-Hay algo que te preocupa – asintió ligeramente y dentro nos llamaron a los dos, pero personas distintas -¿Quieres que mañana hablemos tranquilamente? Ahora deja lo que te preocupa a un lado y vamos a divertirnos
-Me parece bien
Le cogí de la mano, con ese contacto me di cuenta deque le conocía de hace tiempo, pero no sabía de qué exactamente. Le di un apretónque él, contento, contestó con entusiasmo. Y tiré de él hasta la pista de bailepara disfrutar con él de la fiesta.P2B6