Acomodo mi cabello negro dentro de la capa mientras mi hermano miraba al cielo tratando de saber si llovería o no.
Akira, con su brazo de dragón, acomodaba las ramas para encender una fogata. Sora, junto a el, prepara la cena, siguiendo la receta que el tío Yoon nos dio.
En ese momento Yûki había aprovechado los arboles para saltar y fijarse cuanto nos quedaba de camino.
Mi nombre es Hikari. Mi madre lo eligió. Aseguraba que yo era su luz. A mi hermano lo llamaron Ryûnosuke, que significa hijo del dragón, en honor a los guerreros dragón que dieron su vida por mama. Ella murió cuando tenia cinco años. Casi no recuerdo su rostro, pero recuerdo su suave voz cantando, sus amables manos y su cabello rojo. Siempre recordare ese cabello rojo, brillante como el amanecer. Mi padre, Hak, enloqueció cuando se fue. Pero el tío Zeno evito que hiciera algo de lo que se podría arrepentir. Han pasado doce años desde eso.
Ahora nos encontrábamos en camino para pasar unas semanas en el castillo Hiryuu. El tío Soo-won y la tía Mei, que por cierto eran los reyes de Kouka, nos ofrecieron ir un tiempo para leer en su biblioteca.
El tío Yoon nos había pasado su amor por aprender, por lo que aceptamos sin dudar.
Lo único malo del viaje era Haruki. Era el primer hijo del tío Soo-won. También tuvo a Kasumi, que es seis años menor que yo. Papa nos había contado que los nombro a ambos en honor a mama. Ellos habían sido amigos de infancia, los tres. Hace un par de años, nos contaron la historia completa. Del dolor de mama y la traición de Soo-won. Nos contó como aquella princesa Yona se había vuelto fuerte. Y como jamas se rindió.
Aunque no conozco a la mujer que me dio la vida, se que quiero ser como ella. La conozco con solo ver la mirada de todos los que la conocieron cuando hablan de ella. La conozco al cepillar mi largo cabello, que ella amaba porque era igual al de mi padre. Y la conozco porque cada vez que veo mi reflejo, veo sus ojos, aquellos que nos dejo a mi hermano y a mi.
Levantándome del tronco en el que estaba sentada, me acerco a los dragones que juraron protegernos a mi hermano y a mi. El tío Zeno menciono una vez que los anteriores habían tenido infancias muy duras, y que por eso se alegraba que nosotros estemos con ellos.
Dándose cuenta de mi presencia, Sora fija sus ojos dorados en mi y me sonríe. Yûki, que acababa de volver, imita su acción.
Sentándome junto a Akira, observo a mi hermano, pensando que tal vez sea hora de vivir nuestra propia aventura, justo como mama.
Si sucede o no, se que siempre tendré a mi familia conmigo.
Tal vez ellos no estén mas en este mundo, como mi madre. Tal vez ellos no lleven mi sangre. O tal vez se hayan equivocado con mis padres y ven en nosotros la oportunidad para redimirse y estar en paz. Sea lo que sea, viviremos. Al fin y al cabo, somos hijos del Raiiju y la gran princesa Yona. Podemos con lo que sea que se cruce en nuestro camino.
Unidos, hasta el final.
Significado de los nombres:
Hikari: Luz.
Akira: Claro, brillante.
Sora: Cielo.
Yûki: Coraje.
Mei: Belleza.
Haruki: Sol brillante.
Kasume: Nubes rosadas(Se refiere a las mejillas de Yona ♥)