Al llegar a la ciudad, papá se dirigió a un establecimiento de celulares y demás artículos electrónicos, estacionó nuestra camioneta y nos adentramos al lugar.La tienda es el lugar más grande que he visto en mi vida, cientos y cientos de computadoras apiladas en varios estantes, de todos colores, tamaños y marcas. Después de recorrer el estante una sola vez, decidí optar por una simple laptop blanca, baja en costo, pero que seguramente me será útil para cumplir con mis tareas universitarias.
Pasando al pasillo de los celulares, quedé asombrada por la gran variedad de equipos que se encontraban en él. Muchos tamaños, muchas marcas y muchos costos. Al verme tan sorprendida e insegura, papá se acercó a una empleada del lugar por ayuda.
"Buenos días señorita, estoy buscando un celular para mi hija que está a punto de entrar a la universidad" - dijo él, inflándose el pecho de orgullo. – "Quiero el mejor aparato que tengan."
"Con mucho gusto señor, tenemos una gran variedad de teléfonos celulares pero si me permiten recomendarles uno, ese es el iPhone 6S Plus"
"¿Ese es el mejor entonces? Nos lo llev-" – dijo papá y antes de que pudiera terminar la frase lo interrumpí. Algo tan lujoso no podría ser barato. "¿Cuál es su precio?" pregunté.
"Su costo de oferta es 1,400 dls."
En ese momento a papá y a mí se nos cayó la mandíbula de la sorpresa. ¿1,400 dólares?!?! ¿Pues qué hace el pinche aparato? – pensé.
"Es mucho dinero, me podría recomendar un equipo similar pero con un costo más razonable? – pregunté.
"Mmmh, de ser así, podría recomendarles el iPhone 5S, es un modelo anterior pero de excelente calidad también. Su costo es de 550 dls, está de remate" – respondió ella con tranquilidad.
"Me sigue pareciendo muchísimo dinero por un teléfono celular, papá. Mejor vámonos y busquemos en otro lado" – le susurré al oído, intentando que la vendedora no me escuchara.
"Claro que no, princesa, no iremos a ningún otro lugar. Te mereces eso y más." – me respondió, regalándome su más cálida sonrisa y besando mi mejilla. "Lo queremos" – le informó a la joven mujer.
"Con gusto ¿en qué color lo deseas?" – dijo ella, refiriéndose hacia mí. "Lo tenemos en negro, blanco y dorado."
"En negro estaría bien." – respondí, un poco nerviosa. Nunca había comprado un objeto tan caro.
"Perfecto, por aquí por favor."
La vendedora nos dirigió al área de cajas donde finalmente nos entregó la caja del celular e hicimos el pago de ambos artículos.
"El total es de 915 dls" – informó la cajera. Papá sacó de su billetera su tarjeta de crédito bancaria y se la entregó a la mujer. Por una parte, sé que él está contento con la compra porque toda la vida ha buscado darme lo mejor, pero por otra, sé que existe una pizca de preocupación al saber que tarde o temprano deberá cubrir esa deuda.
"Tendrás que vender el doble de tabaco por mes para saldar esa deuda, lo sabes ¿verdad? – dije, mi tono serio.
"Tú no tienes que preocuparte por nada, yo me las arreglaré con eso." – exclamó, sonriéndome de nuevo. "Sabes que daría mi vida por ti, eres mi mundo entero, Em."
"Lo sé, pero aún así creo qu-"
"Shh, no digas nada más y vamos a almorzar antes de dejarte en los dormitorios y yo regresar a casa."
Asentí con la cabeza y lo seguí hacia el estacionamiento.
Después de pasar a un centro comercial y comer un par de hamburguesas, papá tomó camino hacia el campus universitario que se encuentra sólo a pocos kilómetros de la salida hacia St. Andrew.
"Hemos llegado" – me informó.
"Edificio H, piso 2, cuarto 27. Es aquí, pa."
Después de ayudarme a introducir mi maleta a la recámara y colocarla sobre la cama, papá se despidió con un beso.
"Cuídate mucho ¿sí? Y no olvides que te amo más que a nada y que estoy muy orgulloso de ti, mi princesa." Las lágrimas empezando a escurrirle por los ojos. "Llámame si necesitas algo, no importa la hora que sea, sabes que siempre voy a estar para ti." - dijo conmovido. Y después de un último abrazo de despedida, salió por la puerta y la cerró.
Mis emociones se transformaron en pequeñas gotas de agua que brotaban de mis ojos y que se secaban al llegar al borde de mis labios. Decidí comenzar a desempacar y cuando terminé de acomodar mi ropa en el pequeño clóset que estaba a lado de mi también pequeña cama, opté por abrir la caja donde se encontraba mi nueva computadora y a lado de ésta, mi nuevo celular.
Después de indagar un poco sobre cómo usar el aparato, conseguí ajustar la alarma y decidí enviarle un mensaje de texto a mi amigo Jordan para informarle sobre mi nueva adquisición.
*iMessage*
Em – Hey J, adivina quién se compró un celular :)
J – Em? Wow, me alegro mucho! Te he extrañado bastante. Las cosas por aquí van bien pero aún no me acostumbro a no verte todos los días en la escuela y hacer la tarea juntos. Cómo va todo por ahí? Ya llegaste al campus?
Em – Sí, hace un par de horas, todo bien por aquí, hasta ahorita todo parece lindo... También te extraño J
J – Lo sé, verás que todo saldrá excelente mañana y espero los detalles cuando terminen tus clases, ahora debo ir a dormir, sabes que aquí nos despiertan muy temprano en la madrugada
Em – Ugh, lo sé, yo también tengo pensado madrugar J y es que lo único que me incomoda de los dormitorios hasta ahora es la zona de regaderas... Es mixta, en una línea mujeres y en la de en frente hombres y sabes muy bien que nunca nadie me ha visto en tan íntimas condiciones, ni siquiera tú que eres mi amigo de toda la vida
J – Calma, no puede ser tan malo! Te aseguro que no es peor que compartir regaderas con puros hombres y donde la división de concreto entre cada una me llega a la cintura, eso si está heavy
Em – Jajaja está bien, te creo. Te escribo mañana, te quiero :)
J – Yo también Em, cuídate
Y sin dejar pasar mucho tiempo, cerré mis ojos y me dejé caer en un sueño profundo.
Desperté a la hora programada. 4 y media de la mañana. Me levanté con un bostezo y observé a mi alrededor. La habitación se sentía muy sola y entonces me recriminé un poco por el hecho de haber escogido un cuarto individual. Quizá, hubiera sido mejor compartir recámara con alguien y tal vez ahorita ya tendría una amiga, aquella que siempre he deseado pero que nunca he tenido.
Tomé la canasta con mis artículos de baño y me dirigí hacia el área de regaderas. Asumí, que al ser aún demasiado temprano no encontraría gente y podría darme una ducha sin sentir pudor y sin las ansias de ser observada.
Para mi sorpresa, la sala no se encontraba completamente vacía ya que en una de las regaderas situadas frente a la mía se escuchaba el agua correr. Haciendo caso omiso, me metí al pequeño cubículo y al desvestirme por completo abrí la llave dejando salir el chorro de agua caliente sobre mi piel.
Fue cosa de segundos cuando en la tranquilidad de mi ducha comencé a escuchar una voz cantar.
"And yeah, I've let you use me from the day that we've first met but I'm not done yet falling for you..."
La voz. ESA voz. ¿Dónde la he escuchado? - pensé. Al no encontrar respuesta escogí continuar con mi ducha hasta que la voz desapareció y después de un par de minutos decidí que ya era seguro regresar a mi habitación.
--------------------------------------
Es tarde pero es que no me pude resistir asdfg :)
Mañana (hoy en la noche) trataré de subir el 3!
Gracias a todas por sus comentarios y buenos deseos :)
- Andy
ESTÁS LEYENDO
Infinity [H.S]
Hayran KurguContenido sexual explícito, se recomienda discreción. Todos los derechos reservados 8-) Escrita para quién la lee, que como yo, se enamoró de una boyband. All the love, - Andy