Cabeza Fria En Un Mundo Etéreo

Cabeza Fría En Un Mundo Etéreo

Es cencillo observar una vida ajena a travez de marcos que nos impiden la conexión etérea entre dos almas.

Nos es mas fácil evitar el contacto humano y suprimir sentimientos genuinos que evocan nuestros deseos.

Cabeza fria y mente calculadora es la formula que demuestra nuestra capacidad de resolver una situación sin involucrar nuestros sentimientos.

Es mejor matar el alma lentamente con tal de esconder las debilidades y pasiones de nuestro corazón.

No es inteligente decir la verdad si estas corriendo el riesgo de perder lo que amas, es preferible un amor secreto y cautivo que consume el cuerpo y ahoga con nudo ciego la garganta.

No te muestres como realmente eres al mundo porque solo recibiras criticas y reproches; simplemente conviertete en la imagen mental que los demas tienen de ti.

Entierra tu ternura y tristeza, observa como crece un arraigado tronco seco, de fruto corrompido por la mente de un humano común, moldeado por el pensamiento colectivo.

Dirigete al cielo con alas de Icaro, no importa que tu ilusion sea alcanzar el sol.

Que tu espiritu no sea manchado por expectativas y deseos impropios sino sea teñido, inspirado y rotulado por el faro incandescente hallado en tu interior.

Que tus ojos sean por siempre la más sincera expresión de limpios torrentes que fluyen a la superficie y contienen en su humeda tibieza el poder de doblegar el mas frio, duro y seco corazón.

Tus labios contienen el poder de la seducción inevitable que inducen a la mas pura expresión de afectó implícito en el beso inocente consumado por un corazón bohemio que no distingue entre el sufrimiento y el amor.

Si allí se encuentra el extremo del mundo, puedo estar seguro que tambien se halla la puerta que conduce al cielo. Eres tú la esencia mas noble y gentil que he descubierto en la creación. Aún en el páramo mas alto el fuego de tu espiritu sustentara mi vida y en lo mas lóbrego de la noche seras mi estrella de David. Eres la espada refulgente que protege el paraíso, daga adornada de piedras preciosas que custodia el latir de mi corazón.