capitulo 2:

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Mycroft pov:

Estaba por terminar de sellar un trato de suma importancia, cuando recibí un mensaje.

Ven de inmediato a la calle Baker. Es una emergencia- SH.

Terminé de leer el mensaje e inmediatamente me puse mi abrigo y tomé mi paraguas. La experiencia me ha dicho que las emergencias con Sherlock Holmes pueden ser desde: Pasarle su celular de su chaqueta hasta cuidarlo cuando está drogado.

— Calle Baker, ¡Rápido!— le dije al chofer apenas me subí al auto.

No pude dejar de pensar y preocuparme por él en todo el camino, imaginé diferentes situaciones en las que mi hermano pudiera estar en peligro: ¿Y si se había envenenado con algún experimento?, ¿O si había hecho explotar el departamento con otro? Como cuando tenía 8 años y estábamos en casa de nuestra Tía.

— Ya llegamos— dijo mi chofer sacándome de mis pensamientos.

Bajé del auto y subí corriendo la escalera. Ahí me encontré con Sherlock, parado en la ventana mientras cargaba algo. Como él se encontraba de espaldas no pude ver bien qué era, pero supongo ha de ser una bolsa.

— ¿Qué sucede, Sherlock?, ¿Por qué me mandaste ese mensaje?— pregunté muy agitado, sosteniéndome de la puerta.

— ¿Te acuerdas que dijiste que nunca iba a ser papá?— preguntó

— Tenías 14 años y aún lo sigo diciendo— repliqué.

— Te equivocaste— respondió y me mostró a un bebé en sus brazos— Tío Mycroft— agregó.

Me quedé petrificado, pensando en las más locas ideas que me cruzaban por la mente. Eligiendo la más razonable.

— Sherlock, has hecho idioteces en tu vida pero esta... esta es la peor— dije tratando de calmarme— ¿Cómo pudiste robar un bebé?

Él se mostró ofendido

— ¿Enserio me crees capas?—preguntó

— Conociéndote podría decir que sí— contesté.

— No, mira— dijo y me lanzó un sobre, que anteriormente se encontraba en la mesa.

Una carta. En pocas palabras una tal Elí, dejó al bebé a este par para que lo cuidaran o sino este iba a morir.

— ¿Tú, cuidando a un bebé?— pregunté alzando la ceja.

— El bebé lo cuidará John, yo no lo quiero pero John y la señora Hudson me convencieron —dijo.

No me convence la idea, ¿Sherlock Holmes, padre? Sería un caos total...pero el bebé lo cuidará John, así que no habría tanto problema... ¿En qué estoy pensando? Si el bebé no es mío, ni me interesa...

— ¿Y esto qué tiene que ver conmigo?— pregunté confundido.

— La carta dice que si lo ponemos en un orfanato va a morir y John quiere que le pongas vigilancia— dijo Sherlock.

— ¿Y tú te has creído que soy la nana mágica o qué?— dije irónico— No puedo ponerle protección a un bebé, Sherlock— dije enojado.

— ¿Por qué no?, eres el funcionario del gobierno— dijo Sherlock— Mira, Mycroft, me desagrada esta idea tanto como a ti, pero John tiene razón en algo, es sólo un bebé indefenso y tenemos que protegerlo — dijo en tono de súplica.

Tiene razón. ¿Desde cuándo mi hermano es comprensivo y amoroso con otro ser humano?

— ¿Cómo se llama?— pregunté señalando al pequeño.

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