Me despierto mareado, agitado, me falta el aire y siento un dolor muy fuerte en mi cabeza; me siento al borde de la cama aferrándome a ella, todo me da vueltas, cierro los ojos e intento respirar con normalidad, aún siento esas manos heladas en mi rostro.
¡Qué buen inicio de vacaciones!No hice nada, y sé bien que no hice nada. Mis padres querían salir de vacaciones, ahora no; ¿una cena por el cumpleaños de mi hermana?, no gracias. No me malentiendan, no es que no quisiera realmente, es solo que he estado extremadamente cansado, no he podido dormir bien e incluso hubo veces en las que no quise dormir, me aterra dormir, me aterra despertar cada día sintiéndome más y más vacío, más cansado, sin vida; me aterra sentir al despertar esas manos frías en mi rostro, es como si el estar vivo me agotara.
Mañana es el primer día de clases; nueva escuela, nuevas personas, espero que todo eso pueda ayudarme a distraerme aunque la parte de nuevos amigos me tiene un poco preocupado, ni siquiera he podido conectar con mi hermana en días, intento hablarle, intento platicar, pero me faltan fuerzas, a veces me pregunto si es así como se siente una persona moribunda."toc, toc, toc"... Abro ligeramente la puerta y veo a mi hermana con sus audífonos de diadema sentada en flor de lotto sobre su cama. Esta escribiendo en su cuaderno así que no se da cuenta de mi presencia hasta unos segundos después. Aparta un audífono de su oreja y voltea a verme.
-¿Podemos hablar?- le pregunto dando un paso dentro de la habitación, su expresión cambia, ligeramente preocupada por mi tono de hablar.
-Si, claro. Emm, sientate- dice mientras coloca todas sus cosas sobre la cómoda al lado de su cama, dejando espacio para poder sentarme, me siento frente a ella intentando fingir una sonrisa pero ella se da cuenta de inmediato de su falsedad (me conoce demasiado bien), frunce el ceño y se inclina ligeramente hacia delante recargando su rostro sobre sus manos.
El cuarto de mi hermana es ligeramente más grande que el mío, es de color melón con largas y gruesas cortinas. La decoración recuerda un poco a lo que yo llamaría una "guarida hippie", pero supongo que no es la descripción exacta de lo que es en realidad; la cama siempre tendida correctamente, de costado a unos pasos delante de la puerta; una silla de mimbre a los delante de la cama y un sofá del mismo material debajo de la ventana; sobre la cabecera de la cama uno de mis adornos favoritos de toda la casa: un enorme atrapa sueños, recuerdo bien que lo compramos una tarde que mi hermana y yo salimos de paseo al centro; hacia el fondo y a la esquina del cuarto una cajonera con un pequeño espejo colgando por encima de él, a los lados del espejo hay algo parecido a clavos en los que cuelga sus pulseras y collares favoritos; encima de la cajonera un par de bocinas a las que conecta su teléfono cada tarde para escuchar algunas de sus bandas favoritas: Maroon 5, coldplay y otras tantas que no recuerdo además de nuevos artistas alternativos y japoneses, de los cuales rara vez he escuchado fuera de ese mismo cuarto.
Siempre he envidiado los ojos ámbar de mi hermana por la luz y el calor que proyectan, pero en momentos como éste son realmente intimidantes. Comienzo pidiendo disculpas por el comportamiento que he tenido los últimos días.
-Sabía que algo te ocurría, pero a veces es mejor dar un paso atrás- mientras dice eso desvía la mirada a un lado, contemplando el vacío, pero casi instantáneamente regresa su mirada hacia mi, se coloca en una posición mas cómoda -¿qué ha estado pasando Dante?- se siente extraño que me llame por mi nombre (usualmente me dice Dany, Dan, cosas por el estilo), no me mal interpreten me gusta mi nombre, pero cuando tus padres esperan nueve meses a que la inspiración divina les diga el nombre de su hijo y el día de tu nacimiento terminen por darte el nombre de su autor favorito, pues bueno, llega a ser incómodo.
Empecé por contarle mi sueño, la sensación helada de esas manos por la mañana, el cansancio todos los días, las noches de insomnio, le conté todo, pero su cara no mostraba expresión alguna, solo parecía estar asimilando lo que acababa de contarle; con un movimiento rápido me pego a su cuerpo, apretándome.
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No Quiero Dormir
FantasyDormir es fácil, soñar también, enfrentarte a un sueño...no lo es tanto. A penas conseguí amigos...y ya comienzo a perderlos. Decide a quien debes salvar y a quien debes dejar atrás, cada noche uno menos y cada día que sigue más rencor.