Amor de instituto -VKook- [Editando]

2.-Cambios

—Ehm, creo que eso es mío—le dije mientras apuntaba su mano, que aún sostenía mis calzoncillos.

—¡Ah, sí! toma—me los devolvió—por cierto, huelen muy bien, ¿acaso usas el suavizante Downy Perfume Collections Adorable?-añadió, muy específicamente.

—Amm, sí, eso creo..

—Lo sabía, hoy en día todos lo están comprando—sonrió para sí mismo y me dió dos palmadas en la espalda para después irse caminando muy contento.

Yo me quedé un tanto en shock tratando de procesar lo que había pasado, aunque no pude entenderlo, así que volví a la realidad y recogí mis cosas del suelo rápidamente.

Afortunadamente no había nadie más, así que nadie pudo ver la vergonzosa escena de hace unos minutos. Después de haber sido humillado, me dispuse a ir a la oficina de "Casas Estudiantiles" para registrar mi llegada y que me dieran un par de llaves nuevo para poder instalarme en la casa que me habían asignado.

Una vez que conseguí mis llaves, me puse en marcha hacia mi destino.
En la descripción que había visto por internet (ya que el proceso de selección había sido mucho antes de llegar a Seoul) decía que era un departamento para estudiantes, bastante limpio y agradable, y según tenía entendido, ahí vivían seis personas, aunque solo tenía cuatro habitaciones.

Me preguntaba cómo iban a ser mis compañeros de habitación, y en cuanto me dí cuenta ya había llegado al lugar. Por fuera se veía como una casa común y corriente, de dos pisos y bastante limpia y agradable.
Mis manos temblaban y sentía un nudo en la garganta, pero ya estaba aquí y no había marcha atrás. Tomé aire y alcé mi mano para tocar la puerta, pero en cuanto lo iba a hacer alguien más la abrió.

—¡Se me hace tarde!..... ¡Oh!—. Detrás de la puerta se encontraba un chico algo bajito y de pelo castaño—¿Tú eres el nuevo? ¡Chicos, llegó el nuevo!—gritó hacia dentro de la casa—. Espero que no te asusten los de adentro, así suelen pelear—esbozó una sonrisa y se fue corriendo sin decir nada más.

Entré a la casa un poco confundido, procurando no hacer ruido para no molestar más a quien fuera que estuviese ahí adentro. Cuando de pronto ví una secadora de cabello volar por los aires y caer milagrosamente en la sala de estar sin hacerse daño.

—¡Te he dicho mil veces que no dejes tus cosas por toda la casa, Kim Taehyung!—gritó una voz desde el baño.

¿Kim Taehyung? ¿A caso no era ese el nombre del chico con el que había chocado hace apenas unos minutos?

—¡Deja de quejarte por todo Kim Seokjin, no porque seas un viejo decrépito tienes que gritar todos los días!—gritó otra voz desde un cuarto al otro extremo de la habitación.

Yo seguía parado en el pasillo de la entrada, sin saber qué hacer.

—¿A quién le dijiste viejo decrépito? ¡Deberías tenerme más respeto, soy mayor que tú!—. El chico al cual pertenecía esa voz salió del cuarto de baño, era bastante guapo y estaba muy bien vestido.

—¿A caso hay otro viejo decrépito en ésta casa?—.

Mis sospechas se hicieron realidad al ver a Taehyung salir del cuarto en el que había estado gritando hace unos segundos.

Los dos parecieron no notarme y comenzaron a gritarse enfrente el uno del otro, parecía que la pelea era bastante seria ya que comenzaron a jalarse el pelo.

—¡No te voy a soltar hasta que me pidas disculpas!—dijo el chico guapo, quien suponía era Seokjin—.

—¡Y yo no te voy a soltar hasta que tú me sueltes!—dijo Taehyung, sosteniendo el cabello de Seokjin con firmeza.

Pasé saliva, totalmente aterrado por la escena que estaba viendo. Parece que me asusté más de lo que pensaba ya que me dió hipo.
Los dos chicos voltearon hacia mí al escucharme y rápidamente quitaron sus manos de la cabeza del otro. Me sonrieron al mismo tiempo y acomodaron su cabello.

—¿Eres el nuevo? Perdona lo que acabas de ver, así son las cosas cuando vives con viejos decrépitos—dijo Taehyung sonriendo.

Seokjin lo volteó a ver, claramente enojado.

—Bueno, eso ya no importa, soy Kim Seokjin, bienvenido—. Hizo una reverencia y yo hice lo propio.

—Hola, soy Taehyung, aunque creo que ya nos conocemos—. Me giñó un ojo.

Mi corazón se aceleró, creo que antes no había notado lo realmente guapo que era, toda su estética era perfecta, desde su cabello un poco desordenado, hasta sus sandalias y su ropa holgada que encajaba perfectamente con su complexión.

—Ah....si—esbocé una pequeña sonrisa.
Realmente no me salía ninguna otra palabra de la boca, entre la pelea que había presenciado y encontrar que el chico que había tenido mis calzoncillos en la cabeza hace apenas unos minutos iba a ser mi compañero de casa (y que además era inimaginablemente guapo) me había quedado congelado.

Definitivamente esto iba a ser completamente diferente a como solía vivir.