Los seres humanos nos hemos hecho varias preguntas sin respuesta, como esta: ¿Somos el único planeta con vida? Este libro cuestiona esta pregunta con una historia en la que tu decides:
Adentraté en esta historia en la que el protagonista es Luis, qu...
Nos acercamos hacia la maldita capsula, pude observar con detenimiento su material, y si, lo has adivinado, parecía metal, al igual que el material de los Sparkles. Había una especie de teclado, pero con símbolos, sería su idioma escrito; eso sí, no eran ni jeroglíficos ni letras. Al cabo de 10 segundos, el cubo que se encontraba dentro empezó a girar más y más rápido, hasta que ya de lo rápido que giraba no se podía ver su forma.
Cuando parecía que estaba a punto de explotar de lo rápido que giraba, se abrió la puerta superior y salió un pilar que esta vez era de color azul claro.
Nos alejamos un poco y antes de poder salir corriendo de allí, salió de la capsula una cúpula gigante que se fue extendiendo, lo hizo tan rápido que no me dio casi tiempo de verlo; entonces su impulso nos echó hacia atrás. Así que estábamos totalmente tumbados, como si estuviéramos durmiendo.
Entonces miré mi reloj, eran las 11:45; los números empezaron a moverse rápidamente, y, en menos de 10 segundos el reloj se paró y al ver los números casi me da un infarto.
-¡Las 22:00!-chillé
-¡Dios mío, esto no puede estar pasando!-
Tenía ganas de rendirme, de parar de luchar, de acabar aquí y nunca seguir.
Era imposible que sobreviviera, son mucho mejores que nosotros, en todo.
Kevin se levantó y me preguntó:
-¿Qué ocurre?-
-Lo que ocurre es que han adelantado el tiempo-
Le enseñé mi reloj y él me dio la mano y me levantó.
Miré a mí alrededor, estaba todo oscuro, esta vez sí; porque claro, eran las diez y se había puesto la luna. Se podía ver muy poco, pero al final te acostumbrarías a la oscuridad.
Rick se levantó y nos preguntó qué había pasado, cuando le enseñé el reloj lo comprendió perfectamente.
-¡Esos mamones saben acelerar el tiempo!-
Kevin: -Tenemos que salir de aquí lo más rápido posible-
-Mira Kevin- exclamé señalando con el dedo a la calle que estaba al norte de la capsula del faro.
Había visto cuatro linternas que seguramente eran de los Sparkles.
Salimos corriendo lo más rápido que pudimos hacia la calle sur, Kevin giró la cabeza hacia detrás y me empujó, pude escucharle el grito de daño que había dado.
Yo me encontraba de espaldas a la tienda de ZARA, se rompió el cristal y caí levemente de espaldas al suelo; me levanté y vi que los focos de las linternas estaban en el cuerpo de Kevin, pude ver lo que le había pasado. Antes de que un rayo láser me diera a mí él me empujó para que no me diera, pero entonces el rayo láser fue directo hacia su brazo y yo rompí el cristal cayendo de espaldas contra él.
Pero Rick, que se encontraba a la derecha de Kevin se levantó y les dijo:
-¿Cuál es vuestro objetivo? ¡¿Acabar con toda la humanidad?! Se dirigió delante de los Sparkles ¡¿Acabar con toda la Tierra?!-
Entonces ellos contestaron con una voz robótica y tenebrosa:
-Te lo diríamos si estuvieras en privado-
Cuando pasó no supe que hacer, asustarme porque sabían hablar nuestro idioma o asustarme porque sabía que yo estaba observando.
Es que si lo piensas bien descubrirás que parece que ya saben el futuro, que lo tienen todo planeado; cuando el Sparkle me iba a destruir mi pendrive, cuando apareció por sorpresa el Sparkle en el centro comercial, cuando sabían que Kevin me iba a empujar.
Rick sacó rápidamente la pistola, pero antes de que pudiera apuntar un Sparkle le dio en la pierna con el rayo láser y la pistola se le resbaló al instante de la mano derecha y cayó contra el suelo.
Rickgimió de dolor y antes de que pudiera hacer nada otro Sparkle le dio en la caracon el láser, no vi lo que pasó después porque me tapé los ojos. Los Sparkles avanzaron hacia Kevin, el cual estaba tirado en el suelo, haciéndose el muerto; sabía que le iban a descubrir, así que pensé que podía hacer. No había mucho que pudiera hacer, eran cuatro contra mí, rompí el cristal de la entrada ydespués de dos segundos dejaron de mirar a Kevin y apuntaron con sus linternas a la puerta, yo me desplacé hacia la derecha, justo donde estaba el primercristal que rompí, ellos se dirigieron hacia la puerta y cuando entraron en latienda yo ya estaba fuera cogiendo el francotirador de Kevin por segunda vez, le comprobé el pulso y estaba sano y salvo pero con la herida en el brazo.
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Me agaché, me dirigí dentro de la tienda, salí hacia los Sparkles y disparé a uno en la cara, sin perder ni un segundo hice una voltereta hacia la izquierda y me cubrí en el mostrador; había matado a uno, solo quedaban tres, me dije a mi mismo: -Lo puedes hacer Luis, lo puedes hacer, solo concéntrate-
Disparé con el francotirador justo igual que como lo hizo Kevin en el centro comercial, pero dieron con uno de sus láseres al arma, esta se empezó a electrocutar y la solté en el suelo.
Mierda, ya no tenía nada con que defenderme, estaba acabado, mi vida iba a llegar a su fin, o eso pensaba, pero Kevin atravesó la puerta y disparó con la pistola varias veces al segundo Sparkle empezando por la izquierda, el otro se giró, yo cogí un cable muy grueso de metal y lo pasé por delante de su cara, colocándoselo en el cuello, más tarde apreté con todas mis fuerzas hacia detrás, el Sparkle se resistía, movía los brazos hacia delante, hacia detrás y los golpeaba contra la mesa. Entre uno de esos golpes me dio en la frente, casi dejé el cable por eso, pero no lo hice, seguí tirando con fuerzas hacia atrás; Kevin no podía con su brazo derecho, pero se colocó la pistola en el izquierdo y disparó al Sparkle.
Solté el cable y antes de examinar el cuerpo me dirigí a Kevin y le di las gracias.
-¿Y Rick?-preguntó sorprendido.
-E...está muerto- dije a punto de llorar.
-¿Y tú brazo?- dije para cambiar de tema.
Me enseño la herida, mejor no te la describo.
Yo me acerqué y le dije:
-Cuando lleguemos a la base militar te lo arreglarán-
Salimos de la tienda, pero lo único cercano que estaba iluminado solo era ZARA, así que sin avisárselo a Kevin me volví hacia el cuerpo del Sparkle y examiné la linterna, estaba incrustada en el brazo, bueno, aunque exactamente no era una linterna; pero lo llamábamos así.
Kevin se me acercó y agachándose me dijo:
-¿Y si le arrancamos el brazo?-
-Podría ser, pero hay dos inconvenientes. Uno, es muy incómodo, ya que este brazo pesa lo suyo; Dos, es muy peligroso, ya que no sabemos apagar la luz.-
-¿Y qué otra idea se te ocurre?-
-Buscar a ver si hay una linterna en esta tienda-
Entonces las puertas de un armario se abrieron y de ahí salió una chica de unos 40 años que se nos acercó con una pistola.
