02. Problemi.

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«Tienes tus sueños delante de ti pero aun no los descubres. Eso le pasaba a James Guns, tenía la oportunidad allí mismo, en sus manos.»


La noche anterior me quede es el espacio, literal. No recuerdo nada de lo que sucedió.. Ni siquiera estoy en casa.

Giro mi cabeza y veo a Ethan en el sofá con una botella fernet en la mano y a su lado un chico peli-rubio.

—ahg.. Mierda —suelto mientras trato de levantarme.— vaya dolor de cabeza. —tome la antes nombrada entre mis manos aun así sintiendo que me daba  vueltas todo.

Miro a mi alrededor buscando alguna puerta para ir a la cocina, necesitaba un vaso con agua y una pastilla, urgente; camino a la puerta que se encontraba a mi derecha y la abro, era un pasillo. Paso por el pasillo y habían más habitaciones, por suerte. La ultima no era una habitación, era la cocina.

Me tomé un vaso con agua y me senté en el suelo. Está casa era un desastre, estuve allí por 30 minutos hasta que escuché la puerta abrirse.. Entro una chica de pelo azul, no muy alta.

—Hey,  ¿Quien eres? —preguntó esta mirándome fijamente.

—James Guns,  ¿Tú? —respondí un poco bajo.

—Enis Devöns. —sonrió con autosuficiencia.— ¿Qué haces aquí? ¿Vienes de la fiesta de anoche? —se adentro más en la cocina.

—Ehm.. —aclare mi voz.— si, vengó de la Axa, gran fiesta...

Soltó una carcajada —no lo dudó, puedes notar que mi residencia esta llena de personas.

—¿Vives aquí? —y la pregunta salió de mis labios sin dudar.

—Oh, sí. Está un poco desordenado pero es por la fiesta que hubo. —se encogió de hombros.

—Uhm, linda casa, ¿También vas a la universidad Fkend? —la veo caminar hacía mi.

—Sí. —se sienta a mi lado. — está casa me la dio mi hermano. Antes era una fraternidad, pero no sabia como mantenerla así que todos se fueron.

—Vale, entiendo, Enis.. Entonces,  ¿todas esas personas que están vienen de la Axa? —Gire mi cara y la mire.

—Exactamente, la verdad... Solo conozco a tres personas, contigo ahora cuatro. —dijo bajo lo ultimo.— igual no soy sociable.

—Claro que si, llegaste de la nada y me hablaste. —le sonreí.

—Bueno.. Eso fu..—y un estruendo por parte de la puerta de la cocina la hizo dejar de hablar.

Giré mi mirada hacia la puerta un chico muy alterado entro mirando todo, hasta que se encontré con mi mirada—¡James! Joder, pensé que habías muerto o me habías dejado, eres estúpido, como me dejas sólo, sabias que estaba con un chico, me abraz..

Lo interrumpí, —Oye, cállate. Estoy acá, esta todo bien, cálmate.

—Bueno. —suspiró y se dio cuenta de la chica que estaba a mi lado.— EEENIS. —dijo un poco alto alargando el nombre mientras caminaba hasta ella, la abrazo.—

—Hola Ethan.—sonrió y dijo bajo, mientras el chico la abrazaba.

 —veo que conociste a James.   —Comento mientras se separaba de la peli-azul.

—Sí, hace poco la verdad —Puso su atención en Ethan sonriendo.

—Aún estoy aquí chicos, y Ethan tienes que contarme que sucedió después de la cuarta ronda de shot. —empecé a ponerme de pie.

—Oh, claro. —Ethan ayudo a parar a Enis del suelo.

—Chicos, me tengo que ir. Tengo clases en una hora. —dijo Enis e hizo una mueca mientras se alejaba a la puerta.— tengo que despertar a todos estos flojos. Adiós. —Se despidió con la mano desdé la puerta. 

Hicimos el mismo gesto, nos miró y cerro la puerta. —Vamos James —Dijo Ethan.— tenemos cosas por hacer.

(*) 

La tarde prometía calor y seguía aquí sentado delante del mar como me encantaba hacerlo. Una sonrisa cruzó su cara al recordar los reproches de Ethan ante aquella costumbre.

Amaba cada momento que pasaba con él, un amigo realmente único. Sin palabras para describir cuanto hace en mi vida, aún así sea un estúpido. 

Después de irnos de la residencia de Enis, llegamos a la fraternidad donde nos hospedamos, al llegar L.M (El jefe de la fraternidad) nos recordó que teníamos 16 días. 16 días, no lo quería, no quería tatuarme el halcón.

Siento que tatuarnos es algo que no todos lo necesitamos, si perteneces a algún lugar, lo esencial es la lealtad. Y qué así no conozcas a todos los miembros de una fraternidad, sean una familia pase lo que pase.

—Eso sería algo que me llenaría.— susurré de acuerdo con mis pensamientos, ese soy yo, un mar de pensamientos. Usualmente los mismos problemas me atormentaban.

Vacío, así era como me sentía.

Debajo del puente, sentado en una roca observando el mar, este era yo, era mi vida.

Durante dos horas más estuve observando el mar y su belleza inexacta.. Pero no puedo seguir creyendo que pensando voy a resolver todos mis problemas así, necesitaba hacer algo.

Me puse de pie, y empecé a caminar a la fraternidad Karnd (En la que nos hospedábamos Ethan y yo).

¿Porqué Karnd? Fue el apellido del primer dueño de la fraternidad. De la playa hasta allí es media hora y estaba que se ponía el ocaso.

Camine un poco rápido se podría decir que llegue 17 min. Después, vaya sorpresa que me llevé.

Al llegar a la calle donde se encontraba observé que habían personas corriendo por todas partes, algunos con poleras tapándose la cara, otros y estas eran chicas en un grupo rodeaban un cuerpo, y éstas lloraban, personas salían de la casa tosiendo o cojeando.

Preocupado corrí hacia un chico que estaba lleno de moretones y respiraba defectuosa-mente.

—Oye, ¿Estas bien? ¿Qué sucedió? —Le pregunte nervioso.

Tosió. —Hey... nuevo..—dijo con dificultad y me miró. —Estoy excelente. —hablo sarcástico.— sucedió.. Qué —tomo aire y continuó.— la fraternidad rival, nos ataco. Te cuento... Dos calles después de está esta la Fraternidad PMAS, desde siempre nuestros lideres han tenido problemas... —intentó controlar su respiración.— ellos o nosotros, uno siempre ataca. Usualmente lo hacen con bombas de pinturas o bromas pesadas a miembros, igual nosotros. Pero hace una semana su líder dejó el puesto, por razones desconocidas... Dicen que hay uno nuevo.. —justo cuando dijo la última palabra su mirada se perdió, como si temiera, o peor aún. Como algo si muriera dentro de él.— se desconoce como se llama, o quien es. Hoy nos ataco. Soltó un gas que hacia que dejes de respirar o tuvieras alucinaciones, a algunos los atacaron perros rabiosos y a otros los dejaron encerrados. La mayoría salió...

Ethan. Su nombre me llegó como un fuerte golpe y deje de escuchar lo que me decía.

—Espera —lo interrumpí.— ¿Sabes quien es Ethan? Dime que si.

—Ethan.. Creo que sí. —tosió.— pero antes de que pasará todo esto.

Y esas palabras bastaron para que dejara todo, me quitará la camisa y me la pusiera alrededor de la cara. No perdería a mi amigo.. No lo haría. Me adentré a la casa, buscando al peli-negro. No había nadie en el living, ni en la cocina, ni en algunos cuartos, e incluso en el sótano habían dos cuerpos, pero ninguno de era mi amigo, por suerte.

Corrí hacia la habitación donde estaban los nuevos, y al adentrarme en esta y ver que estaba vacía me desmorone. No quería perder a mi amigo, mi hermano..

—James.— escuche en un susurro a mi espaldas..

Unione BNAFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora