El hombre tambien se enamora

El pichón vuela del nido

Era hora de madurar, de ser independiente y de adaptarme a lo desconocido. Nunca antes había estado en una situación de esta magnitud, viví en misiones con mis padres como hijo único toda mi vida. Mis amistades, mis relaciones amorosas, mi familia, todo eso lo había dejado de lado para convertirme en un adulto y ganar las cosas por mi mismo.
 En Cordoba un lugar Poco familiarizado cuyo valor era demasiado importante para mi en términos de estudio y mi futuro. Hay que tener en cuenta de que a la ciudad y a la provincia en general, la había visitado en mas de una ocasión, ya que tenia una abuela y uno que otro primo en unas localidades cerca de la ciudad principal, a pesar de esto, no llege a conocer a nadie mas que a esos familiares que, para colmo, se habían mudado de ciudad; y para empeorar aun mas, mi abuela había fallecido hace un par de años (que en paz descanse). Asi que quedaba prácticamente solo en aquella ciudad.
Y allí estaba yo, en el aeropuerto junto con mis valijas, esperando el momento de dejar todo atrás, conmigo estuvieron presente muchos de mis amigos y amigas, y familiares orgullosos de hasta a donde había llegado. Estaba nervioso, los minutos parecían horas y las expectativas de que tendría éxitos allá de todos aquel grupo de persona que me acompañaron era tremendo, asi que para relajarme decidir leer un poco de un libro de "autoayuda" que me había recomendado mi vieja para motivarme a mi mismo, al menos ese libro seria una buena forma de matar el tiempo durante el viaje.
 Llegado el momento, me despedí de todos y entre tantos besos, abrazos y las palabras motivadora de todos, decidí pasar de habitación hacia el check-in para de una vez entrar en el avión. El control fue rápido y sin inconvenientes, mientras me acercaba al avión, me quede pensando como seria mi vida a partir de ese momento y como haría para sobrevivir, tendría que pedirle en todo momento ayuda a mi compañero de habitación porque yo era un inútil para toda las tareas caseras como cocinar o limpiar, pero otro problema era de que no tendría idea de quien seria mi compañero, no lo conocí, solo se que es otro universitario estudiando mi misma carrera.
Cuando ingrese al avión y este comenzó a ejercer su fuerza con la velocidad y, por lo tanto, despegar, pude ver por la ventanilla de mi asiento la ciudad en la que vivía, y recordaba todas mis huellas que había dejado en la vida de aquellas personas que estaban orgullosos de mi momentos antes de que despegara el avión; recordaba los momentos felices y tristes de mi vida que incluían desde mi niñez hasta mi adolescencia, y no paraba de pensar todo eso durante los primeros 15 minutos de viaje. Me cuestionaba a mi mismo y pensaba que mi vida no era tan mala por lo menos hasta ese momento, y de alguna forma u otra estaba agradecido por todo lo que viví... Unos momentos después de tanta filosofía conmigo mismo me dormí como si estuviera en estado vegetal en el medio del vuelo.
Al despertar llege a mi ciudad de destino y fui a retirar mis valijas y bolsos, era raro porque comenzaba a sentir la ausencia de mis seres querido que hasta hace un par de hora estaba con ellos. Retire mis cosas y fui a las afuera del aeropuerto en busca de cualquier taxi que vaya hasta los departamentos cerca de la universidad que había alquilado mi madre. Esperando un rato, tome el taxi y me dirigí hasta allá sabiendo la dirección.